No pises el acelerador para arrancar. Atrás quedaron los coches que andaban con un carburador, la tecnología permite arrancar un auto sin que sea necesario acelerar para darle marcha.
Se recomienda pasar a la segunda velocidad inmediatamente después del arranque (alrededor de las 2,000 revoluciones) pues la velocidad aumenta y la fuerza que necesita el coche también.
Realiza los cambios de velocidad pertinentemente, no esperes a que el motor se esfuerce de más, cambia la velocidad conforme avanzas y conduces más rápido.
Pisar el acelerador hasta el fondo consume mucho combustible por ello es recomendable aprovechar la inercia del coche y accionarlo suavemente para ahorrar combustible.
Evita frenar en seco, mantener la velocidad uniforme te mantendrá en estabilidad además de ahorrar gasolina, frenos y otras cosas más.
Acelera progresivamente, con esto sólo consumirás el combustible que se necesita para aumentar de velocidad. Si aceleras repentinamente forzarás al motor para que vaya más rápido y por lo tanto necesitará más gasolina para realizar este esfuerzo.
Cuando puedas, cierra las ventanillas y quemacoco así evitarás la formación de turbulencias y fricción que provocan que tu vehículo haga un mayor esfuerzo por avanzar.
Controlar el peso extra. A mayor carga tu auto tiene que realizar más fuerza para andar y con ello tomar más combustible que lo impulse.
Apaga el motor si te detienes durante más de un minuto, el consumo de gasolina durante el ralentí es considerablemente elevado, 0.5 y 0.7 litros por hora.
Realiza el servicio de mantenimiento de manera continua, si realizas una limpieza de motor y un cambio de aceite cuando tu coche lo necesita harás que funcione de manera óptima y eficiente, recuerda que las fallas en el motor pueden provocar un aumento en el consumo del combustible.
