El consumo energético en México varía ente regiones, en el Norte del país es significativamente más alto que en la región del Sur y Sureste. El único rasgo a nivel nacional es que el criterio que prevalece para la elección de electrodomésticos es el precio; la mayor parte de la población adquiere estufas, calentadores, refrigeradores y hasta focos priorizando el costo por encima de la eficiencia.

Para adquirir un refrigerador sólo 3 de cada 10 familias se guían por el consumo energético, mientras que para comprar una lavadora o una estufa sólo 2 de cada 10 hogares contemplan la eficiencia de energía y combustible respectivamente, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Privadas 2018 del Inegi.

Una de las razones principales por las que la población no contempla la eficiencia como criterio de compra es porque en la mayoría de los casos los productos con mayor grado de aprovechamiento energético o de combustible son más costosos.

En México el electrodoméstico eficiente que prevalece mayoritariamente en los hogares es el refrigerador, al menos 7 de cada 10 casas que lo usan reportan que tiene etiqueta amarilla (que implica que son ahorradores de energía).

La etiqueta avala que dicho producto cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-015-ENER-2012 Eficiencia energética de refrigeradores y congeladores electrodomésticos. Límites, métodos de prueba y etiquetado. En dicha norma, están especificados los límites máximos de energía que puede consumir el electrodoméstico, según los avances tecnológicos y condiciones de mercado nacional e internacional para promover el ahorro de energía y preservar los recursos naturales no renovables del país. Si el consumo de energía presenta una reducción de por lo menos un valor igual o superior al 10% del especificado, puede ostentar en la etiqueta la leyenda “EFICIENCIA SUPERIOR”.

Otros electrodomésticos ahorradores en las viviendas son: lavadoras (65% de los hogares tienen lavadora con etiqueta amarilla), sistemas de aire acondicionado (56%), calentadores de agua (53%) y estufas (43%), según cifras del Inegi.

¿Qué hacen los mexicanos para ahorrar electricidad y combustibles?

En los hogares habitados que tienen disponibilidad de energía eléctrica y combustibles las prácticas más comunes para reducir el consumo son:

  • 10 de cada 10 (98.7%) apagan los focos cuando se necesitan
  • 9 de cada 10 (94.8%) tapa los recipientes al cocinar
  • 9 de cada 10 (92.8%) desconecta el cargador de celular cuando no se está usando
  • 9 de cada 10 (85.7&) descongela con tiempo los alimentos que va a preparar
  • 7 de cada 10 (65.3%) desconecta el horno de microondas cuando no se utiliza
  • 6 de cada 10 (62.1%) apaga el piloto de calentador de agua o boiler
  • 5 de cada 10 (51.7%) desconecta la televisión cuando no se usa

¿Qué se puede hacer para reducir el consumo energético?

De acuerdo con cifras de la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) y la Sener (Secretaría de Energía), la mayor parte de la energía consumida en los hogares es por la iluminación y el refrigerador, por lo que es importante contar con dispositivos eficientes en términos de energía, como focos ahorradores y neveras con etiqueta amarilla.

Otro tip es identificar los “vampiros energéticos”, es decir, todos los aparatos electrónicos que, aunque no uses nunca se apagan y siguen gastando energía. Todos los equipos de control remoto, pantalla digital, que funcionan con baterías recargables o que tienen fuentes de poder externas son consumidores de energía de tiempo completo. Desconectarlos representará un ahorro de energía y dinero significativo, asegura la Profeco.

Algunos aparatos que se recomienda desconectar cuando no están en uso son: los televisores, reproductores de audio, horno de microondas, relojes despertadores, módem o el cargador de celular.