Movernos y hacer ejercicio: caminar , hacer cualquier tipo de deporte (tenis, futbol, baloncesto, nadar, danza).
Estar al aire libre y tomar y tomar vitaminas del sol (luz natural).
Corregir las malas posturas de cuello y espalda para permitir que los músculos se relajen y llegue más oxígeno y nutrientes a tus ojos mientras trabajan.
Comer sano: frutas, verduras y no olvidarse de beber agua (los ojos también necesitan hidratación).
Dormir suficiente. Los ojos, como cualquier otra parte del cuerpo humano, necesitan descansar y disfrutar de un sueño reparador. Cuando no duermes lo necesario, la fatiga ocular favorece el enrojecimiento de los ojos. “Si tu cuerpo se siente cansado por no dormir suficiente… ¡Tus ojos también!”.
Los ojos necesitan descansar. Cerrar los ojos y pensar en algo agradable.
Los ojos necesitan moverse. Cambia el enfoque de la mirada, cuando estés mucho tiempo con la mirada fija hacia un solo objeto, levanta la vista y mira lejos para descansar los ojos.
Cuando escuecen los ojos, nunca hay que frotarlos. Es mejor echar agua o realizar el siguiente ejercicio: apretar los ojos muy fuerte (imagina que chupas una lima) acto seguido, abre los ojos todo lo que puedas (imagina que te dieran una sorpresa).
La importancia del parpadeo. La falta de parpadeo seca e irrita la superficie de la córnea y la conjuntiva. El parpadeo es crucial para limpiar la superficie ocular, activar las glándulas lagrimales y relajar los músculos.
Aprender a usar los ojos sin esfuerzo: la visión clara se da por sí misma cuando la mente y el sistema visual están relajados. “Los ojos relajados ven mejor, ver bien es ver sin esfuerzo”.
