AVISO DE CURVA Rubén Olvera Marines

23 noviembre 2018
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Manolo Jiménez: la confianza en los policías municipales

En una época violenta e insegura, en donde crece el rechazo ciudadano sobre el actuar de los cuerpos policiales municipales y estatales, y donde la única salida pareciera ser la militarización del país, llama la atención que el alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez, estableciera como una de sus promesas centrales la de impulsar acciones que permitieran a la Policía Preventiva Municipal y al Grupo de Reacción (antes GROM), recobrar la confianza ciudadana.

A menos de un año de que el joven político entró en funciones, no creo que sea aventurado afirmar que, hasta el momento, la estrategia ha funcionado. La más reciente edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), aplicada en septiembre de este año por el INEGI, ubica a la Policía Preventiva Municipal de Saltillo como una de las más confiables del país, con un 66.2% de los ciudadanos encuestados que dicen sentir confianza por la referida autoridad.

Lo interesante es que en la encuesta aplicada en diciembre de 2017, el nivel de confianza alcanzó apenas un 48.3%, es decir un crecimiento en la confianza de 17 puntos porcentuales en menos de un año de administración. Seguro que ésta, como otras cifras interesantes en materia de seguridad, las tendrá consideradas Manolo Jiménez para presentarlas en su informe de gobierno.

Llama la atención que, a nivel nacional, el promedio de confianza ciudadana en la Policía Preventiva Municipal para septiembre de 2018 se ubicó en 45.8%, mientras que en diciembre de 2017 fue del 43.6%; es decir, un crecimiento marginal de dos puntos porcentuales en el período de análisis.

Es necesario además prestar atención a la percepción ciudadana respecto a la efectividad en el desempeño de la referida autoridad municipal. En este aspecto, de diciembre de 2017 a septiembre de este año, la opinión de los saltillenses también mejoró considerablemente, pasando del 54.8% al 66.7% de encuestados que valoraron a la Política Preventiva Municipal como efectiva en el cumplimiento de su labor.

De hecho, en el ámbito nacional la Policía Municipal de Saltillo se destaca como la segunda más efectiva del país, superada por San Pedro Garza García, Nuevo León, con un 81.7%. En tanto que la media nacional alcanzó apenas un 38.6%.

La estrategia de Manolo Jiménez consistió básicamente en la creación de la Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana, nombrando como comisionado al joven abogado Federico Fernández. En esta nueva unidad administrativa se concentran el control y la coordinación de áreas sustantivas de seguridad y de participación ciudadana en este ámbito, tales como la Policía Preventiva y de Tránsito, el Grupo de Reacción, el Centro de Control y Comando, Bomberos y Protección Civil, e incluyó también a los Comités Ciudadanos de Seguridad.

Si bien la Policía Preventiva y de Transito continúa bajo el mando de un ex militar, Hugo Gutiérrez, el nuevo modelo es innovador porque se centra en colocar a la confianza como el vínculo esencial entre policía y ciudadanos. Además, se tomó la decisión de desaparecer a los grupos especiales más polémicos como el Centauro, cuyas quejas ciudadanas sobre su operación estaban dando al traste con el funcionamiento de la Policía Municipal en su conjunto.

Debe tenerse siempre claro que, a pesar del importante crecimiento en la aceptación ciudadana de los últimos meses, la Policía Preventiva Municipal de Saltillo, al igual que la gran mayoría de los cuerpos policiales municipales del país, sigue siendo la autoridad a la que los ciudadanos le otorgan la menor confianza. Son el Ejército y la Marina con un 93.1% y 91.1% respectivamente, las autoridades que mejor son evaluadas y aceptadas por los ciudadanos; les siguen la Policía Federal con un 81.3% y la Policía Estatal con el 76.7% de confianza.

No obstante, la tendencia a mejorar la percepción ciudadana de los últimos meses amerita poner una mayor atención sobre el trabajo que realiza Comisión de Seguridad y Protección Ciudadana como un modelo innovador que podría estar rindiendo algunos frutos.

Si Manolo Jiménez acierta en cumplir con las expectativas creadas, asegurando que la percepción sobre el desempeño gubernamental en materia de seguridad crezca cada día, no sólo como un cambio de rostro, sino como un ascenso sustantivo en los resultados, conseguirá algo fundamental para ejemplificar que el mando único y la militarización del país no son las únicas salidas para garantizar la seguridad del país.

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