Algo que vale la pena contar ALBERTO BOARDMAN

23 noviembre 2018
Visto: 832 veces

 

 

La vida del ser humano en el planeta, al menos durante los últimos 2.5 millones de años, nos refiere una intrínseca naturaleza migratoria. Los primeros indicios de utensilios fabricados datan precisamente de ese tiempo, y medio millón de años después, es decir hace apenas 2 millones de años, aparece el “homo erectus”.

En resumidas cuentas, descubrimos el fuego hace 800 mil años, y ya cercanos a los 300 mil, “neandertales” y “sapiens” comenzaron a manejar este descubrimiento de manera familiar. Durante todo este tiempo primero recolectamos, y por los 400 mil años comenzamos a cazar. Pero nos tomarían unos cientos de miles de años más, para apenas hace 100 mil años, pasar a la cima de la cadena alimenticia.

Ya en el liderazgo aparente de las especies, entre los 70 y 30 mil años atrás, hubo descubrimientos y avances: herramientas, armas, medios de transporte primitivos como canoas, y es entonces cuando llegamos al período que conocemos como la  “revolución cognitiva”, misma que daría paso a los primeros atisbos del lenguaje y con ello a estructuras de organización más formales.

Finalmente hace aproximadamente unos 10 mil años antes de Cristo, (contando nuestro presente, unos 12 mil años), es cuando por fin el ser humano se asentaría comenzando la creación social de ciudades, habida cuenta de la práctica de la agricultura y la crianza de animales.

Pero, ¿qué son apenas 12 mil años en la historia de la humanidad, comparados con más de los dos millones y medio en los que nuestros antepasados anduvieron de aquí para allá, viviendo exclusivamente de la caza y la recolección? La respuesta posible sería apenas un chasquido de dedos. Nada.

E incluso, esos 2.5 millones de años igualmente representan “nada”, si los comparamos con la existencia del planeta Tierra, la friolera de unos 4 mil 540 ¡Millones de años! En todo ese tiempo imposible de dimensionar me atrevería a filosofar, si esos 2.5 millones caben casi 2 mil veces en esos 4,540 millones, ¿qué posibilidades existen de que unos cuantos cientos de veces hayamos estado ya por aquí, desaparecido y vuelto a comenzar?

Somos lo que hemos leído y esta es palabra de lector.

[email protected]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *