Helado de vino tinto.

26 octubre 2018
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Ingredientes

  • 750 ml. Vino tinto Cabernet Sauvignon.
  • 160 g. Azúcar blanca.
  • 1 Rama de canela.
  • Ralladura de 1/2 naranja.
  • Un trozo de jengibre cortado en láminas.
  • 250 ml. Leche entera.
  • 200 ml. Nata líquida (35 % M.G).
  • 5 g Lecitina de soya.

Procedimiento

Lo primero que vamos a hacer es una especie de sirope de vino, para ello, en un cazo al fuego ponemos el vino y el azúcar, lo vamos a dejar reducir a fuego medio, hasta quedarnos con 200 ml. Solo mezclaremos un poco al principio, después ya no lo tocamos, tarda un poco en reducir, paciencia. Veremos que el vino va espesando y va tomando la consistencia de un sirope. Cuando tengamos 200 ml, retiramos del fuego y reservamos.

Por otro lado, en otro cazo vamos a hacer una infusión con la leche, la canela, la ralladura de naranja (desechando la parte blanca), y 2 o tres láminas finas de jengibre. Para hacer la infusión, dejamos que hierva la leche para que tome el aroma, retiramos del fuego y dejamos reposar hasta que se enfrié. Seguidamente la pasamos por un colador chino para desechar la canela, la ralladura y el jengibre, y mezclamos esta leche infusionada con la reducción de vino que tenemos reservada, removiendo con unas varillas metálicas, hasta que se incorpore.

A continuación incorporamos la nata mezclando también con las varillas, tapamos la crema con papel film, y la reservamos en la nevera hasta que la mezcla alcance los 4º C. Si queréis podéis hacerla el día anterior, o dejarla en la nevera un mínimo de 4 horas.

Transcurrido este tiempo, preparamos la heladera, recordad que la cubeta de la heladera ha tenido que estar 24 horas en el congelador. Sacamos la crema de la nevera, la removemos un poco con una espátula de silicona o cuchara de madera, le incorporamos la lecitina de soja mezclando muy bien para que se integre por completo. Ponemos la heladera en marcha, y vertemos el contenido de la crema por la abertura de la tapa. La dejamos trabajar un mínimo de 30-40 minutos, dependiendo de la maquina de cada uno. O cuando veamos que ha tomado la consistencia espesa pero cremosa de un helado. Pasamos el contenido a un recipiente de acero inoxidable, lo tapamos y lo guardamos en el congelador hasta que endurezca ligeramente.

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