Limpia tu cara y tu cuello completamente. Si tienes piel sensible, usa lo que funciona mejor para ti. Un jabón suave es generalmente todo lo que necesitas para eliminar la suciedad, el aceite y la mugre que tu piel absorbe. Moja tu cara con agua tibia. Aplica el jabón en la cara y el cuello. Usa una toallita suave para exfoliar suavemente tu cara usando un movimiento circular y enjuaga todo el jabón con agua tibia.

Duerme con el cabello recogido para evitar que toque tu cara. Incluso si no utilizas ningún producto para el cabello, el champú y el acondicionador sobre tu cabello pueden causar acné.

Obtén por lo menos ocho horas de sueño. Retira tu funda de almohada y coloca una limpia así no estarás durmiendo en el aceite viejo de la piel y otros desechos. No duermas con nada sobre tu cara como una máscara para dormir.

Bebe mucha agua. Si tienes que tomar algo distinto, como un jugo, café o refresco, hazlo en una pequeña cantidad. Evita los alimentos poco saludables y come aperitivos de frutas, verduras, granos, carnes y productos lácteos en su lugar. Los alimentos saludables ayudan a tu piel y la cuerpo a mantenerse hidratado, lo cual es importante para la piel limpia.

Añade un poquito de pasta dental (no gel) a las áreas con problemas de acné en tu cara y cubre con una venda así no te manchas mientras estás durmiendo. Si tu rostro está cubierto con el acné, puedes intentar difuminar la pasta de dientes por toda tu cara, pero algo se caerá probablemente mientras duermes. También puedes sustituir la pasta de dientes por crema de afeitar.

Aplasta una aspirina en un recipiente y mézclala con el jugo de limón hasta formar una pasta, como otra opción a la pasta dental. Aplica esta pasta a tus puntos problemáticos del acné o tu rostro completo y déjala toda la noche. Ayudará a hacer tu piel evidente, a reducir el enrojecimiento y a deshacerte del acné rápido.