Si bien el trabajo en Saltillo es notorio ello no implica que se deje de poner atención al centro de la ciudad, por alguna extraña razón lugares como la plaza Acuña ( de los huevones ) luce a diario sucia, lo mismo sucede con las calles aledañas al mercado, claro que no todo es cuestión de la autoridad municipal pues los ciudadanos cargamos también con culpa, si se quiere dar una excelente imagen para propios y turistas es importante meterle mano, además por alguna extraña razón ya se practica más prostitución en el centro que en la misma zona de tolerancia.

De otros asuntos, continúan las extorsiones telefónicas, ahora están marcando de números de Nuevo León así como de otras ciudades, si no conoce el número del que le llaman no conteste, al final nunca marcan para dar algo, o son vendedores o cobradores o extorsionadores, si no tiene el número registrado no tome la llamada.

En un reciente sondeo queda claro que cada día son más los ciudadanos que van perdiendo la fe de  que con AMLO cambien las cosas, de principio las expectativas fueron muy altas y ahora la gente va dando cuenta de ello, una respuesta común de los entrevistados es que de menos se conforman con que no empeoren.

Nos cuentan que entre los maestros ya existe mucho alboroto, se dice que ya ven inútil acudir a capacitarse y realizar acciones que les fueron implementadas con razón de la reforma educativa, su argumento es que dicha reforma va para atrás y que ningún caso tiene seguir sus directrices si esta va a desaparecer, en lo que entra el nuevo gobierno todo dentro del magisterio estará revuelto y al final quienes pagan las consecuencias son como siempre las criaturas.

A mi mis timbres, a Dios rogando y con el mazo dando.