Pese al claro entendimiento de requerir una renovación profunda, el PRI nacional postula como segundo de abordo en la dirigencia nacional a Rubén Moreira, para quienes entienden de política la jugada representa la clara intención de auto destrucción.

Si el reclamo social es en contra de los excesos y la corrupción el nombramiento del ex Gobernador de Coahuila como Secretario general de dicho organismo no es otra cosa que la ratificación publica de querer continuar actuando en contrario a lo que la sociedad solicita, para muchos la medida pareciere una jugada maestra orquestada desde el seno mismo de MORENA para terminar de una vez por todas con el partido revolucionario institucional.

Mucho se ha mencionado que el PRI comenzó de manera formal su transformación al partido del movimiento de regeneración nacional y hoy existe el rumor de que Rubén Moreira jugará el papel de liquidador para ser el artífice de dicha mutación.

Una transformación ordenada donde paso a paso se logre conseguir espacios, fue notorio que muchos destacados priistas operaron en favor del triunfo de Andrés Manuel López Obrador, ahora lo que sigue en puerta es poner a disposición la estructura, los listados de beneficiarios, los operadores y la maquinaria electoral.

Hoy es claro que el PRI no busca renovarse, su objetivo en transformarse y continuar gobernando bajo diferentes matices, ese trabajo político queda en manos de Rubén Moreira, aprovechar al máximo la amnistía propuesta por AMLO y lograr mantener la perpetuidad en el poder, aun y cuando para ello se deba destruir al PRI por completo.