Un enérgico repudio a la violencia, un honesto pésame a la familia Purón y los deseos de pronta resignación,  la rivalidad política, la diferencia de ideologías o preferencia políticas se traduce en nada cuando se pone de por medio una vida humana, tristes y lamentable lo sucedido ayer en Coahuila como en igual forma por lo que pasa en todo México.

Lo sucedido da un vuelco a cualquier análisis político, las proyecciones o encuestas que de por si ya eran poco creíbles ahora se traducen en predicciones totalmente inciertas, nadie puede saber lo que estos lamentables hechos generen en la mente de los electores, quizás muchos piensen en el voto de solidaridad pero basta pensar en otro suceso que en años anteriores conmovió a la ciudadanía de ciudad Acuña para comprender que el efecto puede ser diverso, las desgracias siempre generan supuestos, versiones van y versiones vienen entorno de la lamentable muerte de Fernando Purón.

Parte de culpa lo es sin duda la presión social, las criticas ciudadanas han contribuido a que los candidatos dejen de lado los autos blindados, los escoltas o la protección policial, en un afán de cumplir con el elector los candidatos fingen humildad o valentía, recorren carreteras, caminos rurales o caminan por colonias y barrios mostrándose como cualquier mortal, baños de pueblo o desdén al miedo, nadie que presume logros referentes a seguridad quiere exhibirse con escotas u hombres armados que lo cuidan, emulando la valentía de un torero cuya suerte no son las banderillas pero que en afán de agradar al público, atiende las solicitud del respetable, toma un par y abriendo la chaquetilla enfrenta al toro en busca del aplauso aun con el riesgo de ser corneado.

La violencia y la inseguridad resulta semejante a padecer alcoholismo, para combatirla debe primero reconocerse.

Ayer con los lamentables sucesos se da una vuelta a la historia, lo que era forma parte del ayer y lo que suceda solo se sabrá a la víspera del futuro, si la gente que pensaba votar por el PRI continuara en la misma tesitura no se sabe, las dudas que por el momento persisten es dilucidar las siguientes cuestiones:

¿Quién mando asesinar a Fernando Purón ? en esto no cuadran las hipótesis del asesino solitario, quien ejecuto era un profesional, alguien incluso con una sangre fría que denota reincidencia en el acto de asesinar.

¿Por qué no se encontraban elementos de seguridad o al menos policías municipales en los alrededores del evento?

¿Era el hoy fallecido candidato propuesto o impuesto de Rubén Moreira?

¿Qué relación tiene lo sucedido en Torreón con lo de Piedras Negras?

¿Quien Gana o quien pierde con esta trágica Muerte?

Antes de Enterarse de la Muerte de Fernando Purón,  Lenin Pérez mostró una actitud muy honrosa, aviso que en tanto no se recuperara su contendiente el suspendería su campaña, en sus palabras se logro ver la honestidad de su propuesta, un acto de caballerosidad que por las circunstancias no podrá cumplirse, además de la lamentable pérdida, de todo el dolor que envuelve a la familia y del significado de una muerte es evidente que lo acontecido también perjudica  al candidato de acuña, nadie quiere ganar sin rival.