Sin duda la administración encabezada por el Presidente priista Enrique Peña Nieto ha sido la más violenta de la historia moderna de México, la incapacidad para otorgar orden y seguridad es evidente, contrario a lo que ofertaron en épocas electorales hoy es claro que el PRI no supo gobernar y que la violencia al igual que la transparencia, la legalidad y el bienestar social no son cosas que puedan proporcionar a la ciudadanía.

Hoy en México ser reportero o candidato a algún cargo de elección popular se han convertido en la profesiones más peligrosas, todo pareciere indicar que el actual sistema o quienes detentan el poder se encuentran empeñados en sembrar el terror para inhibir el voto, la suma de candidatos de diversos partidos continua en aumento, los grandes medios coludidos o callados mediante jugosos contratos nada dicen respeto de la terrible violencia que se vive en nuestro País.

Por su parte todas esas voces que pregonaban la violencia en el sexenio de Felipe Calderón hoy parecieran ciegas ante la terrible situación, todos las semanas dan muerte a Candidatos pero por alguna extraña razón dichas pérdidas no son noticia, los 107 candidatos asesinados en lo que va del proceso no ocupan primeras planas, tampoco se mencionan en noticieros de alcance nacional o grandes medios impresos, en cambio el Futbol va convirtiéndose en tema reiterado, el mundial siempre es nota, lo importante es que la gente se intoxique de fanatismo y que deje de lado lo trascendente.

Jamás en México durante un proceso electoral habían sido asesinados 107 candidatos, en tiempos modernos tal situación no ha sucedido en ninguna país del mundo, ni siquiera bajo los peores regímenes de autoritarismo se han sucedido tan atroces hechos, extrañamente los ciudadanos continúan pasivas, parece que a nadie le duele ni le extraña la violencia.

La situación y el número de muertes alcanza niveles alarmantes, extrañamente los candidatos del partido revolucionario institucional continúan pidiendo el voto como si nada pasara, sus ofertas de progreso y seguridad son dirigidas como suponiendo que el electorado fuera mudo y ciego.

La intención del voto pende solo del tamaño de la despensa o la cantidad del pago a costa del sufragio manipulado, México se puede caer a pedazos pero pese a ello los ciudadanos en su gran mayoría continúan prefiriendo la dádiva que cualquier mejor futuro.

No sé si seamos Pendejos por naturaleza o de alguna manera en ello nos han convertido, en los tiempos actuales 107 candidatos asesinados ya fueran noticia mundial, preocupación generaliza y una lapida para el partido que ostenta el poder, en contrario aquí nos encontramos más preocupados por la venta del avión presidencial o el retiro de aparatos eólicos que algunos candidatos llaman ventiladores, así de pobre nuestra idiosincrasia, así de enorme nuestra ignorancia y así de terrible nuestra indiferencia.

Unas elecciones teñidas de sangre, un gobierno ineficaz y un pueblo complaciente.