El Reino Unido asegura que por ahora no se prevén nuevos ataques contra Siria

15 abril 2018
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 De momento no hay planes para repetir ataques con misiles contra Siria, pero Reino Unido estudiará nuevas medidas si el presidente Bashar al-Assad vuelve a utilizar armas químicas contra su pueblo, dijo el domingo el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson.

En una muestra de apoyo a la decisión de la primera ministra Theresa May de unirse a Estados Unidos y Francia para atacar instalaciones de armas químicas en Siria el sábado, Johnson dijo que era lo correcto.

Pero May podría no recibir un apoyo unánime cuando se enfrente al parlamento el lunes, donde algunos legisladores están enojados porque tomó medidas militares sin su aprobación, un proceso que se ha convertido en una tradición en el país.

En declaraciones a la BBC, Johnson dijo que los ataques en tres lugares de Siria, que calificó de exitosos, fueron un mensaje del mundo de que ya era suficiente, pero reconoció que no podía garantizar que Assad no tuviera ya armas químicas.

«No hay una propuesta sobre la mesa en este momento para nuevos ataques porque hasta ahora, gracias a Dios, el régimen de Assad no ha sido tan tonto como para lanzar otro ataque con armas químicas», dijo en el programa de Andrew Marr.

«Si ocurriera, entonces está claro que, junto con los aliados, estudiaríamos cuáles eran las opciones».

May, cuyo liderazgo ha sido cuestionado después de varios escándalos, divisiones sobre el Brexit y una desafortunada convocatoria de elecciones que llevaron a la pérdida de mayoría parlamentaria para su partido, ha recibido el apoyo de otros líderes internacionales a la intervención contra Siria.

Sin embargo, su decisión de incorporar aviones británicos Tornado a las fuerzas estadounidenses y francesas que lanzaron alrededor de 105 misiles en las primeras horas del sábado podría enfrentarse a medidas de represalia por parte de Rusia, aliado sirio, y violar una convención para obtener la aprobación parlamentaria en acciones militares que se aprobó en 2003 con motivo de la guerra de Irak.

Los ataques con misiles fueron lanzados en represalia por un presunto ataque de gas venenoso hace una semana, una respuesta que Siria y sus aliados, Rusia e Irán, han dicho que viola la ley internacional. Moscú negó que se hubiera producido un ataque con gas en Duma y ??acusó a Reino Unido de inventarlo para avivar la histeria antirrusa.

Cuestión de tiempos

Johnson dijo que May y su gabinete tuvieron que actuar rápidamente contra Siria, por lo que no podían arriesgarse a convocar al parlamento para que regresara de sus vacaciones, y agregó que había precedentes que apuntaban a la necesidad de actuar así.

May hará una declaración sobre la intervención ante la Cámara de los Comunes el lunes, pero los parlamentarios de la oposición se han alineado para pedir un debate más profundo y una posible votación retrospectiva de la acción, lo que pondría a prueba la posición de la mandataria.

Al preguntársele si apoyaría una votación al final del debate del lunes, el líder laborista Jeremy Corbyn dijo a la BBC: «Sí, lo haría, porque creo que el parlamento debería tener algo que decir al respecto y la primera ministra podría haberlo hecho».

Corbyn, que cuestiona la base legal para la decisión de participar en los ataques y acusa a May de obedecer al presidente estadounidense Donald Trump, dijo que la votación podría establecer una estrategia futura para Siria, donde una guerra de siete años ha dejado más de medio millón de muertos.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que dejar de lado el parlamento era «un grave error», mientras que la líder del Partido Verde, Caroline Lucas, acusó a May de programar los ataques para «evitar un debate en el parlamento».

Washington, París y Londres calificaron de exitosos los bombardeos, pero Johnson reconoció que no sabía si Assad aún podía poseer armas químicas y que observarían diariamente los acontecimientos en Siria.

Todos serán conscientes de los efectos contraproducentes que pueden tener las acciones militares. El legado del ex primer ministro Tony Blair quedó empañado por su decisión de unirse a la guerra contra Irak, especialmente después de que una investigación concluyera que la decisión de atacar el país asiático se basó en información falsa.

Las encuestas de opinión sugieren que la mayoría de los británicos, todavía afectados por el conflicto en Irak, no apoya la acción militar, y uno de Survation realizado después de los ataques indicaba que el 40 por ciento de las 2.060 personas encuestadas se oponía a la intervención. Un 36 por ciento la apoyaba.

Reino Unido también se muestra cautelosa ante cualquier acción de represalia por parte de Moscú, a quien culpa del envenenamiento con agentes neurotóxicos del exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia el mes pasado.

Johnson dijo que Reino Unido tomaría todas las precauciones posibles para defenderse contra cualquier ciberataque ruso, pero que Londres seguiría hablando con Moscú ya que no le «entusiasmaba» su difícil relación.

«Ha sido una misión exitosa», dijo Johnson a la cadena de televisión CNN. «Espero que esto sea un impedimento para él y, obviamente, espero que no signifique más sufrimiento humanitario para el pueblo sirio como resultado del uso de armas químicas».

Información de: El economiesta. Es

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