Existe un común denominador respecto la figura de José Antonio Meade, Capacidad, intelecto, buenas intenciones, preparación y vocación, en pero también existe otro afirmación generalizada y que apunta a la duda fundada si será él quien gobierne en caso de ganar.
Lo anterior es su mayor lastre, rodeado de figuras de dudosa reputación y con un equipo integrado por políticos denostados de corrupción pocos se atreven a meter las manos en busca de su triunfo, existe un gran temor de ver en el poder a personas que han resultado sumamente lesivas para México y su democracia.
Meade parece no entender que es lo que frena su crecimiento electoral o bien nada puede hacer para evitarlo, siguiendo las costumbres dentro del PRI se sabe que quienes estén al cargo de la campaña coparan sin duda puestos importantes dentro del Gobierno Federal, cuando Peña Nieto Osorio Chong fue el secretario de lecciones y ante el triunfo paso a ocupar la Secretaría de Gobernación, analizado dicho antecedente da a pensar que Rubén Moreira ocupara tal posición y es algo que en definitiva causa un espanto a la sociedad en general pero de manera principal a la clase política de nuestro país., Para Meade mientras que alguien no se encuentre preso o prófugo es elegible para conformar su equipo.
De poco sirve un personaje con paciencia ciudadana si quienes le manejan toda su campaña y quienes conforman su equipo son básicamente lo más denotado del PRI a nivel Nacional.
Nadie puede demostrar sus dotes de piloto cuando no se tiene la posesión del volante, y nadie puede conducir adecuadamente cuando el vehículo al que te montas se encuentra en un carrusel.
Hoy existe una opinión generalizada, AMLO puede ganar las elecciones del 2018 y si bien ello da miedo para muchos resulta aun más temerario que continúe en el poder los mismos que hoy lo detentan, así de grave ven la situación de nuestro país y ello sin duda es justificado, Peña Nieto y quienes impulsan a Meade han endeudado enormemente a México, devaluaron la moneda, aumentaron las cargas impositivas, vendieron los bienes nacionales, han superado todos los índices históricos de violencia, propiciado la corrupción, protegido a Corruptos, aumentado indiscriminadamente los precios de los energéticos, deteriorado el poder adquisitivo de la ciudadanía y otras tantas cosas que generan un repudio generalizado.
Dentro de equipo cercano a José Antonio Meade se han encendido las alarmas, saben cuál es el remedio pero no tienen la capacidad de implementarlo, la máscara ciudadana con la que iniciaron la campaña se ha deshecho en su totalidad, si no se deshacen de los lastres, toman un posicionamiento distinto respecto a su discurso y compañías o comienzan a pensar en la derrota como destino.
De seguir las cosas igual no sería de dudar que la población al emitir su voto prefiera tomar la opción intermedia y elegir a Ricardo Anaya. Entre seguir padeciendo lo mismo o aventurarse a la incertidumbre mejor optar por lo seguro.
