No existe nada más placentero que disfrutar de una exquisita comida o cena, y qué mejor que hacerlo en una mesa bien puesta.

Si los comensales encuentran una mesa desordenada o “a medias”, con platos de diferentes vajillas y cubiertos incompletos, pensarán que la comida será medianamente buena, imagínate ¡qué impresión! esto cambiará totalmente si sucede lo contrario.

Ahora que habrá tantas cenas de año nuevo, asombra a tus invitados siendo una buena anfitrión:

– El mantel y las servilletas deben estar impecablemente planchados; y la vajilla y cristalería, relucientes con colores adecuados.

– Dispón los platos en la mesa y en su sitio; los hondos sobre los extendidos, siempre.

– En cuanto a los cubiertos, el tenedor va a la izquierda del plato y el cuchillo a la derecha con el filo hacia el plato; al lado de éste coloca la cuchara. Si vas a poner más cubiertos, considera que los
que se utilizan primero van en los extremos
(se usan de afuera hacia dentro).

– Los cubiertos para el postre se colocan delante y al centro, en relación a los platos; la cuchara con el mango hacia la derecha y el tenedor al lado contrario.

– Coloca el vaso o las copas ligeramente a la derecha.

– El plato para el pan va al lado izquierdo de cada comensal.

– Lo que no debe faltar: saleros, pimenteros, servilleteros, salseras y cesta del pan (de preferencia con una servilleta que haga juego con el mantel).

– No olvides poner un centro de mesa sobrio: un arreglo floral, un candelabro o un frutero.

Con información de: Cocina F