Al menos 12 mil personas tomaron esta tarde las principales calles de Hamburgo para manifestarse en contra de la Cumbre del G20 que inicia mañana y a la que asisten los líderes de las economías más poderosas del planeta.

Bajo el lema «Bienvenidos al infierno», los detractores del G20 arribaron durante el transcurso de esta semana, pero fue hasta este jueves que emprendieron la protesta más organizada y grande contra lo que llaman la «Cumbre del Capitalismo».

El G20 reune a los líderes de 19 naciones y un representante de la Unión Europea, que según estimaciones  concentran cerca del 80 por ciento del PIB mundial. Los líderes de  Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía y el Reino Unido comenzarán mañana las sesiones del grupo, que tendrán como prioridades el comercio y el cambio climático.

Las manifestaciones fueron convocadas por varios grupos, entre ellos el llamado Bloque Negro, que en redes sociales se proclama como un grupo anónimo de anticapitalistas. Pese a que el Ministerio de Interior alemán dio «la bienvenida» a las expresiones de libertad, alrededor de 20 mil agentes de policía fueron desplegados en Hamburgo para garantizar la seguridad de los asisitentes.

Los primeros incidentes ocurrieron poco después de arrancar la marcha, que partió de una una popular plaza del barrio de St Pauli desde primera hora de la tarde con la intención de llegar a 300 metros del centro de congresos donde se celebrará la cumbre.

Grupos antidisturbios hicieron acto de presencia e intentaron disuadir los grupos violentos de la concentración, debido a que en su mayoría los opositores optaron por la manifestación pacífica.

La policía informó la quema de un automóvil y  la agresión sufrida por su portavoz, Timo Zill, cuando realizaba unas declaraciones a la prensa. Conforme el frente anticapitalista avanzaba se registraron otros incidentes más graves, como ataques a agentes, levantamiento de barricadas y daños a mobiliario urbano.

«Tienen secuestrados los derechos ciudadanos por un grupo que no representa a nadie, más que al capital. No nos contentamos con protestar contra el G20: queremos impedir que se celebre», comentó minutos antes de iniciar la marcha Andreas Blechschmidt, miembro del colectivo «Rote Flora», una casa ocupada desde hace una década en el corazón de Hamburgo,

Con información de EFE y SDP Noticias.