Algo que vale la pena contar ALBERTO BOARDMAN

21 abril 2017
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De manera frecuente escuchamos el famoso axioma: “El hubiera no existe”. Un aforismo bastante relativo, porque sin el «hubiera» tampoco existirían el arrepentimiento y el sentimiento de culpa. Como dice Fernando Rivera, en su famoso Diccionario del caos: «El hubiera es una de las formas de la esperanza, pero ésta en vez de cifrarse en el futuro, mira al pasado como todo un océano de posibilidades. El hubiera es la esperanza de que el pasado pudo haber sido mejor, el hubiera existe, es un universo paralelo donde todos estamos haciendo en este instante, eso que hubiéramos querido hacer».

     De manera habitual, solemos dejarnos seducir por la esclavitud de los ciclos, las zonas de confort y una ceguera habituada en la dinámica de la vivencia día a día. Levántate, lleva los niños en la escuela, comienza el trabajo, sal a comer, regresa al trabajo, llega a casa, duerme y vuelve a empezar. Y durante los fines de semana, un patrón similar se duplica una y otra vez. Estamos tan ocupados repitiendo mecánicamente el modelo, que apenas nos damos cuenta del tiempo que pasa. Y de las gentes que nos pasan.

     Cuando de pronto sucede, algún tipo de situación singular (un fallecimiento, casamiento o cambio de trabajo), nos vemos sacudidos entonces por ese momento. Despertamos, y es justamente en ese instante cuando escuchamos la voz del “hubiera…”.

     Si un ser querido se marchó para siempre, si un hijo se fue a estudiar fuera de la ciudad, «hubiéramos querido entonces…» en ese pretérito imperfecto, haber hecho muchas cosas más con él y por él. Logramos dimensionarlo, pero ya nada puede hacerse, salvo experimentar la nostalgia implacable de lo que nunca jamás sucedió.

     Intentar dar a ese “hubiera” un valor real y adicional, implica burlar reglas, el tedio de la cotidianidad  y la rutina. Liberar al espíritu y dejarse llevar por el impulso de evolucionar hasta «sí, lo hice». Vale la pena detenerse un momento y reflexionar, porque, muchas personas quisieran ser dueñas del futuro, para tan sólo poder cambiar un poco su pasado.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.                                  Contacto: [email protected]  –  Twitter: @AlBoardman

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