En definitiva las cosas no pintan nada bien para Miguel Riquelme, su partido se desmorona desde adentro y en estas alturas ya parece irremediable, importantes figuras que anterior mente militaban dentro de sus filas lo están abandonando para sumarse al Partido Joven, si bien se mantiene la alianza referente a dar el apoyo al candidato de Ruben Moreira ello no implica que en lo referente a las alcaldía o diputaciones pretendan ayudar.

En Arteaga al igual que en Ramos Arizpe ya ven los primeros perjudicados, lo mismo pasa con el candidato del PRI en el distrito 15, toda la estructura con que juegue el partido joven estará soportada en la huestes del PRI  quienes tendrán que dar la espalda a candidatos tricolores, prácticamente enfrentaran una guerra civil donde priistas se enfrentaran a sus mismo equipo pero con diferente uniforme.

Seguro planear sobre la mesa parece sencillo pero llevarlo a la practica es mucho más difícil de lo que aparenta, adoctrinar a quienes venden su voto para que emitan un sufragio cruzado tiene sus complicaciones, ademas aun y cundo el grupo Moreira gane ello de fondo significa derrotas para el PRI.

Ante lo descrito las expectativas de carro completo quedan solo como una quimera pues hoy en Coahuila no existe sujeto cuerdo que se atreviera a apostar en ese sentido, incluso cuando le dieran los pesos baratos o posiciones de ventaja.

Hoy la fractura es evidente, la estructura del PRI se encuentra dividida en más de tres fragmentos, cada día más elementos abandonan el barco y aun cuando algunos mantienen silencio su voto no será para el partido en el que limitan.

La estrategia de quienes detentan el poder es controlar el Congreso, el PRI, la militancia e incluso Miguel Riquelme pasan a segundo termino.

Estamos a escasos días de que comience la batalla electoral, el PRI se encuentra resquebrajado y enfrentara la elección mas difícil en todas sus décadas de hegemonía en Coahuila