Y así fue que gracias a las innovadoras estrategias de construcción moderna, tras apenas algunos años de arduos trabajos el muro fronterizo quedó terminado. El gran capricho del «elefante blanco» más contemporáneo en la historia del continente americano, contemplaba desde su vasta y soberbia extensión la frontera antagónica y ridícula, sobre la tendencia natural hacia la aldea global.
Y debido al empecinamiento fanático y exacerbado, mientras aquel país pretendía cuidar centavos, fue perdiendo los pesos. Claro, el muro en principio constituyó solamente un símbolo inicial de la dinámica que imperó durante aquel período de gobierno, pero fue ejemplo suficiente para comprender lo que vendría después.
Miles de años de historia han puesto de manifiesto que la cuadratura mental, el pensamiento lineal arbitrario, no corresponden a las ambiciones de una sociedad fijadas en su progreso. El liderazgo político disfrazado de caudillismo audaz, con frecuencia suele engañar, porque al final «aparentar» siempre tendrá más letras que «ser».
Y como suele suceder en estos tiempos de volubles ánimos sociales, de tendencias transitorias y circunstanciales, el discurso que alguna vez logró enardecer multitudes fue apagando su hoguera de retórica desbocada, ante la inutilidad demostrada de los subsecuentes hechos.
Quien a continuación disputó su pase a la historia, hizo de logros fallidos y esperanzas abatidas, su principal bandera. No podía ser de otra forma, resulta imposible sostener el absurdo por mucho tiempo.
Porque cuando la necesidad se hizo apremiante y miles de ciudadanos pensaron en emigrar hacia el sur, hacia otras tierras hermanas en busca de mejores oportunidades de vida, se toparon con el propio muro que en su infinita torpeza, habían ayudado a construir.
Más que cualquier frontera física, es la frontera invisible del pensamiento la que preocupa. Un simple obrero con grandes sueños de progreso social puede llegar a ser un hombre que cambiará la historia. Un poderoso gobernante con tendencias al retroceso, con suerte pasará a la historia como un nefasto presidente más.
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