ALBERTO BOARDMAN:Algo que vale la pena contar

11 noviembre 2016
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Algo que vale la pena contar

 ALBERTO BOARDMAN

-¿Le ofrezco un café Maestre Niccolo?

-No… un vaso con agua me sentaría de maravilla.

-Agradezco mucho que haya atendido la invocación. Supongo que habrá muchos diálogos interesantes que discutir en… ¿qué círculo le dejaron finalmente?

-Pues desde 1527… verás… tengo ya entonces… 489 años en el sexto; pero la burocracia infernal todavía no decide bien si dejarme ahí…

-Ya veo. Supongo les llegaron noticias sobre la reciente elección americana. ¿Sorprendió el resultado como en estas esferas?

-Francamente, no. Yo lo dije, la experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos. Quien engañe, encontrará siempre quien se deje engañar, todos verán lo que aparenta y pocos lo que es, y estos pocos no se atreverán a ponerse en contra de la mayoría. Desde hace ya varios siglos la política ha… cambiado. Supongo que en parte por los nuevos descubrimientos tecnológicos. Antes de la imprenta sólo tuvimos las coplas juglares, luego llegarían la radio, la televisión y ahora, ese Internet… en el que incluso cielo e infierno se encuentran conectados. Internet… ¡Vaya que ha influido! Lo político se ha vuelto como dicen ahora, el mayor «reality show» en la historia de la humanidad.

-Y… literalmente, ¿El fin justifica los medios?

-Yo nunca dije eso, no sé porque siempre me lo han endilgado. Fue Napoleón parafraseando uno de mis pasajes quien construyó la frase como tal. Pero a veces, el verdadero modo de conocer el camino al paraíso, es primero conocer el que llega al infierno para poder evitarlo. La simulación de la virtud aprovecha, donde la misma virtud estorba. Por ello no puede llamarse virtud asesinar ciudadanos, traicionar amigos, no tener palabra, piedad o credo, puede ganarse el poder, pero nunca un buen gobierno.

-Parece que en la actualidad, los políticos han dejado de leer a Maquiavelo.

-Para su conveniencia solamente. Ya ves, yo sigo siendo el mismo hoy, que hace 500 años, nunca digo lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras que es difícil reconocerla.

Y sin despedirse, tal como había llegado, Niccolo di Bernardo dei Machiavelli, regresó a buen recaudo a un lugar más seguro que este mundo que hoy nos toca vivir.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.                                    

Contacto: [email protected]  –  Twitter: @AlBoardman

Respuesta a ALBERTO BOARDMAN:Algo que vale la pena contar

  1. En esto algo es. Gracias por la ayuda en esta pregunta.
    enigmaEt

  2. Pingback: enigmaEt

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