La huida del ex gobernador Javier Duarte resulta una clara comedia de confabulación y teatro barato, escenas propias de una película del extinto Maria Almada se quedan cortas ante el pobre libreto que desde los pinos se escribe, en México todos sabemos que la autonomía de los poderes es un mito, vivimos en una administración de títeres y titiriteros donde los hilos se mueven a voluntad del de arriba, antes de que se solicitara la orden de aprensión  forzosamente existió la orden, autorización y visto bueno.

No es casualidad que Duarte encontrara el tiempo necesario para escapar, tampoco es casualidad que aun no se le encuentre, pensar que aun no lo puedan detener seria igual que pensar que la captura del chapo Guzman fue pactada., Imaginar que pudieron encontrar a uno de los hombres mas poderosos del mundo  y que son incapaces de encontrar a un ex Gobernador resulta un absurdo.

Duarte no seria el primer Ex Gobernador que no localicen, recordemos Coahuila  con el amigo del actual mandatario Jorge Lopez Torres, si ambos están libres es por que así les conviene  y de esa forma los quieren mantener.

Las autoridades no tienen forma de negar su contubernio, prestaron las facilidades para la huida o bien tienen algunos soplones dentro de las altas esferas del poder, es claro que si Duarte no supiera de las intenciones respecto ha su captura no hubiera huido.

Mexico un país de ficción donde el manejo de la verdad siempre es aparente, una delincuencia política verdaderamente organizada y donde los principales operadores o cómplices  son quienes hoy buscan con la lampara de Diogenes al que de momento aun no les interesa encontrar.