La mala economía por la que pasa el país orilla a los productores o comerciantes a bajar la calidad de los productos para poder mantener los precios y no verse afectados en sus volúmenes de venta, lo anterior se maneja mediante engaños o practicas poco leales pues las presentaciones de los productos son las mismas y en ninguna parte se anuncia la diferencia del producto.

Un ejemplo claro en donde usted puede identificar este tipo de practicas es en las latas de atún, anteriormente al abrir uno de los empaques podía observarse trozos enteros del producto, hoy empacan solo padecería o sobras que antes no se comercializaban para consumo humano, si usted quiere acceder a cantidad similar a la que vendían hace algunos años deberá de adquirir los empaques etiquetados como premiun.

Al acudir al supermercado usted de primera vista podrá observar que una lata de Atún cuesta al rededor de $ 13.00 pesos lo que significa un aumento de entre 20 o 30% pero el producto es de una calidad muy inferior, si usted quiere acceder a la calidad anterior su costo es de $25.00 a $45.00 pesos lo que significa una alza de mas de un 100%.

Caso similar sucede con la cantidad de contenido, empaque semejante y del mismo tamaño al exterior pero con un porción inferior.

Por desgracia las autoridades en su afán de engañar a la población respecto a los indices inflacionarios se prestan a este tipo de practicas, en tanto los consumidores sin poner atención resultan víctimas del engaño, menor calidad a precios superiores que intentan confundir o disuadir respecto a la gran inflación que sacude a México.

Regresando al ejemplo del Atún debemos comentar que el producto que se enlata y que no es calidad Premium contiene un exceso de químicos utilizados para la limpieza o conservación  en los procesos de corte o clasificación mismos que necesariamente son perjudiciales para la salud.