Columna ROSA MEXICANO:Se me concedió volver

17 octubre 2016
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mini-rosa_mexicanoROSA MEXICANO

 

  • Se me concedió volver

 

Lunes, voy con mi hacha

 

Primera de tres partes (Por única vez y sin que siente precedente)

Conocer Colombia es y será una de las más grandes satisfacciones de mi vida; una experiencia como ninguna otra que ya quedo registrada en mi disco duro; pero para que el viaje fuera redondo hubo un artífice que prácticamente nos llevó de la mano a su mamá, la licenciada Dora Elizabeth Molina y a mí, por ese cachito de mundo tan hermoso, desconocido e inesperado que es Bogotá, la capital de Colombia, nuestra entrada a la tierra del Realismo Mágico. Llegar hasta Aracataca es aportación propia…

Se trata del doctor especializado en Nefrología y ya casi por regresar a Saltillo para instalarse profesionalmente, Pavel Carrillo Molina que tuvo el buen tino de prepararnos  un tour maravilloso. Nos ubica en un hotel  hermoso de un barrio precisamente donde nace Bogotá y que uno no tiene que caminar tanto para ver el Teatro Colon que exuda cultura, unos pasos más y se llega a la Plaza Bolivar donde se contempla el Congreso Nacional, el palacio de Justicia, el centro de acción de la Alcaldía, la Catedral Primada del país, la Capilla del Sagrario y la Casa Vaticana, sede del Arzobispado…

No sabría decir uno cuál de todos los edificios es el más bello; son igualmente hermosos todos, dueños de una majestuosidad que  sobrecoge el alma.

Enfrente del Hotel la Secretaría de Gobierno, más allá la sede de la cancillería, la de comunicación y a la vuelta o unos pasos más allá, los Museos, el de Fernando Botero que concentra unas casi 200 obras del artista colombiano que la donó a su pueblo y que se exhibe en un sitio incomparable; por estos días, tiene exposiciones de igual importancia de artistas como una escultura de Picasso, lienzos de Dalí, Cezanne, Touluse Lautrec, Renaud y muchos más…

Por fortuna hay más museos que llenan todas las expectativas; entre ellos, el Museo del Oro, La Quinta Bolivar y entre ellos la Casa de Manuelita Sáenz que da cobijo a la exposición de trajes regionales, el Centro Cultural Gabriel García Márquez y cualquier cantidad de bibliotecas, infantil una de ellas….

El Centro de Bogotá luce pletórico de gente de todas las edades, particularmente de universitarios porque la ciudad es sede de más de una docena de universidades…

Por estos días el país y esto se refleja  con mayor intensidad en la capital, su gente dedica muchas horas en el tema capital: el SI a la Paz con las FARC….Los mayores que sufrieron en carne propia las acciones de estas últimas, quieren la paz pero también que se castigue a los líderes de esta añosa organización que –dicen- se le trepó al gobierno y exigieron posiciones de representación particular eximiéndoles de esta manera de cualquier responsabilidad legal…

Los jóvenes, entre ellos indígenas y desplazados unen su voz exigiendo la paz…..

Ese es otro aspecto de la ciudad donde es fácil encontrar gente buena, educada, responsable y hasta amorosa, no le dicen a una, señora.. Expresan mi dama y son incapaces de tener expresiones ríspidas….Se del caso de una profesionista colombiana que recién estuvo en México y que regresó a su país espantada de que en la Ciudad de México se escucharan en plena calles frases como “Pinche pendejo chinga tu madre”…

Por fortuna en Colombia no sucede eso o por lo menos, jamás escuchamos nada parecido.

( N de la R he decidido en esta ocasión, la columna vaya en partes, porque el texto es amplio y además para ubicar en un solo sitio, el viaje a Aracataca, mañana martes)

Amsorri con esquiusmi

Continúe usted xfa, en la Parte Dos, aquí mismo-mismito.

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