DE LA SEGURIDAD…SE ENCARGA EL EJÉRCITO POR: RUBÉN OLVERA MARINES

16 septiembre 2016
Visto: 1054 veces

olveraDE LA SEGURIDAD…SE ENCARGA EL EJÉRCITO

RUBÉN OLVERA MARINES

Escuchar que gracias al ejército se han recuperado la paz y la seguridad en Coahuila, despierta un doble sentimiento: por una parte, confort y aliento. Pero, por la otra, suspicacia e incertidumbre.

Estamos en paz. Sería mezquino no reconocerlo. Sin embargo, al transitar (en pocos días) “De la seguridad me encargo yo” a “La Paz se debe al ejército”, se olvidaron, al menos en el discurso, del estamento más importante de la seguridad pública: la policía.

Si bien es innegable que, gracias a la presencia y operaciones del ejército y la marina, los indicadores relacionados con la seguridad, principalmente el de homicidios dolosos, muestran en años recientes una mejora consistente, también es cierto que las experiencias de varios estados nos indican que los inéditos problemas de inseguridad se presentan como olas, vienen y van.

Con el modelo de seguridad militar se obtuvieron resultados inmediatos, palpables, no obstante, al marginar a las policías estatales y municipales, se pone en riesgo la seguridad duradera, porque es predecible que el ejército, más temprano que tarde, deje las calles, y entonces, si el estado no emprende las acciones indispensables para configurar un estamento policial indiscutiblemente profesional, que trascienda el humor sexenal y que se equipare en efectividad con la operación militar, pues entonces las dudas e incertidumbre crecen.

El debate respecto a la militarización de las calles es vasto y complejo, pero existe un consenso a favor de la presencia temporal, acaso estratégica, de los cuerpos militares en la seguridad de todos los días, por lo que, al final del día, la policía debería ser el fiador, garante de la seguridad, incluso en zonas con presencia del crimen organizado.

La seguridad pública es bienestar y calidad de vida, ambas obligaciones de la autoridad local. La militarización de las calles, revela un contrasentido, un largo camino que les falta recorrer a las policías estatales y municipales. –Escuche que en algún municipio del estado, la policía es extremadamente amable, educada, impecable en su vestir, infalible al momento de proporcionar una dirección a un turista que deseaba conocer un antiguo museo, pero es la última en llegar cuando se activa el Código Rojo-

La reciente intervención del gobernador Moreira, con motivo del aniversario de los Niños Héroes, en donde aseveró que “La Paz en Coahuila se debe al Ejército Mexicano”, se entiende como un gesto político de rigor frente a un nuevo Comandante de la VI Zona Militar,  un reconocimiento a la labor castrense realizada en los últimos años, pero sobre todo, con estas palabras, enmienda la plana de lo sucedido meses antes en otra intervención en donde hiciera alusión a su persona como garante de la seguridad, lo que hizo que ciertos mandos militares –los cuales, por cierto, recientemente fueron asignados a otras entidades del país- se miraran a los ojos,  y uno de ellos, me cuentan, al escuchar la frase del gobernador, levantó las cejas.

Los gobiernos locales se enfrentan al reto de garantizar la seguridad de hoy, y construir las bases para hacerlo en el futuro. Con el modelo militar se avanzó en lo primero, pero, como algunos mandos militares afirman: “En seguridad no se puede cantar victoria, ni ‘mucho’ es suficiente. No es de una persona, es de trabajo en equipo”,  lo segundo descubre el papel crítico del gobierno del estado y de los municipios: la consolidación de sus cuerpos policiales.

Podrían mejorar todavía más los indicadores de seguridad, pero en tanto no escuchemos la frase “De la seguridad se encarga la policía”, el actual sexenio quedará debiendo.

Tu Opinión: [email protected]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *