“Las derrotas por desgracia no engrandecen, pero no puede medirse el éxito si nunca se ha fallado”

En los deportes al igual que como sucede en el tema de la cultura y en muchas de las artes y ciencias, cuando se trata de criticar todo mundo participa, opina y descalifica (más aún en estos tiempos de comentario cómodo a través de redes sociales y sus correspondientes memes). Pero cuando de apoyar previamente se trata, de generar condiciones apropiadas para el desarrollo y preparación, e incluso, de entrarle al toro por los cuernos asumiendo de manera personal el reto de buscar la excelencia en alguna disciplina, son contados con una mano los que dicen “yo”.

Y es que precisamente en relación al tema de las Olimpiadas y el hecho de que la participación de los mexicanos no haya dado (hasta el momento de escribir esta columna) posiciones en el medallero, es realmente detestable que existan individuos que amenacen, se mofen e insulten el esfuerzo que realizan los competidores; que hay que decirlo, ya con el simple hecho de figurar en la justa deportiva, están acreditados entre los mejores del mundo, quizá no como los primeros, pero a diferencia de quienes enjuician perniciosamente, han ganado ya un lugar en la historia de su disciplina. Pero si en este país no se respeta la investidura oficial, qué pueden esperar los atletas.

Hay una frase que generalmente utilizo con mucha frecuencia para cerrar debates inútiles: la mejor muestra de incultura, es el esnobismo cultural. Y para el caso deportivo seguramente también aplica. ¡Qué bueno fuera que quienes se sienten con mejores aptitudes o conocimientos, pudieran demostrarlo en los hechos de manera personal! La crítica desde la ignorancia, es igual que escupir al cielo.

Por otro lado, una gran lección queda (una vez más por los siglos de los siglos) para nuestras autoridades y organismos encargados del apoyo a las disciplinas deportivas, que por cierto solamente se acuerdan que existen los participantes cuando están de moda las competiciones. ¿Quieren medallas, premios y reconocimiento internacional? ¡Pues hay que invertirle! Deportistas, artistas y creadores, además de precisar elementos para el desarrollo de su actividad también viven y comen. En este país trabajas durante el día y si tienes un sueño artístico, científico o deportivo, creas y practicas en lugar de dormir y además te lo financias personalmente. En Estados Unidos, China y Japón, (principales medalleros) los atletas viven sólo para ello.

Escrito por: Alberto Boardman

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