Tal y como era de esperarse el Congreso de Coahuila ya presento lo que seria la nueva ley en materia electoral para el estado, con casi tres años de omisión y motivados por una orden legal desempolvan del cajón un borrador que ya tenían de muchos meses atrás.

En lo establecido en dicha ley destacan artículos a modo para la protección de la elite política y un freno para los ciudadanos que intentan competir por la vía Independiente.

Los diputados acostumbrados de vivir del presupuesto siempre buscan la forma de brincar de un puesto a otro y para que los espacios continúen vacantes intentan a toda costa impedir el ingreso de los ciudadanos, su búsqueda es mantener entre un pequeño grupo el control del gobierno al igual que la actividad de gobernar.

Para que algún ciudadano ajeno a los partidos políticos pueda competir en las próximas elecciones estipulan como mínimo que se debe contar con el 3% de firmas del padrón electoral  y ademas adicionar una copia de cada una de las credenciales de elector de las personas firmantes, todo ello en el plazo 30 días, otra imposición  absurda que se contempla es que la firma de un ciudadano tiene únicamente valides para un aspirante, es decir si en el caso de Saltillo existieran 3 candidatos las firmas que alguno obtuviera tendrán valides conforme al tiempo, si un ciudadano otorga el apoyo a dos aspirantes solo tendrá valor la que se hubiere otorgado primero.

El actual grupo en el poder y sus diputados dependientes preparan mediante  su ley otro fraude electoral , dispondrán de un gran numero de candidatos supuestamente independientes para confundir a la ciudadanía, los ocuparan para que busquen firmas en base a las estructuras del PRI y fuera de ellas  acotando la oportunidad de que verdaderos ciudadanos capten el apoyo social en primer tiempo y con ello invalidar su posibilidad de contender.

No queda duda, Rubén Moreira y su equipo de cómplices ven a Coahuila como posesión personal, se sienten dueños del Estado y piensan que los ciudadanos deben seguir soportando por siempre sus tropelías, mientras nuestros supuestos representantes obedezcan y sirvan solo a la clase política  las cosas no podrán cambiar, diputados a modo que solo ven por ellos mismos sin importarles el compromiso con la ciudadanía.