Con una saña inusual el Alcalde de Pungarabato fue prácticamente cocido a balazos, su cuerpo presentaba entre 250 y 300 disparos, el homicidio fue planeado y perpetrado con premeditación, las conclusiones en ese sentido otorgadas por el Gobernador Hector Astudillo resultan más que obvias, al momento ninguna autoridad a dado la debida importancia a la violencia que afecta a Mexico y tratan de minimizar los hechos.
Nuestro Pais vive sus peores etapas de violencia, el asesinato de dos Alcaldes en menos de 24 Horas dan evidencia de la delicada situación.
Resulta absurdo que el gobernador de Guerrero intente evadir responsabilidad diciendo que el siempre ha sugerido a los Alcaldes de su Estado y a otros servidores públicos que eviten viajes por carretera o en tramos peligrosos, sin duda el actuar de un mandatario no puede quedar en dar recomendaciones o bendiciones a sus Gobernados.
