La última pieza de los 4.450 paneles que forman el gran disco del mayor radiotelescopio del mundo, el FAST (500-meter Aperture Spherical Telescope), ha sido puesta finalmente, completándose así la instalación en un valle kárstico en el condado de Pingtang, de la provincia suroccidental de Guizhou, China.
La construcción del telescopio FAST comenzó en marzo de 2011. El telescopio es ya el más grande del mundo de su tipo, superando al que existe en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico, que tiene 300 metros de diámetro.
La precisión sin precedentes de este aparato permitirá a los astrónomos detectar pulsares débiles y, naturalmente, mejorará la eficacia en la búsqueda de signos de vida extraterrestre. Además, la matriz también puede funcionar como una estación de tierra de gran alcance para futuras misiones espaciales.
Este proyecto forma parte del ambicioso plan de exploración espacial de Pekín, que incluye poner en órbita para 2020 una estación espacial. Para su funcionamiento es necesario limpiar cinco kilómetros a la redonda de la gigantesca infraestructura, por lo que el gobierno chino dará una compensación económica a los residentes.
