Los actos de robo y saqueo perpetrados por el actual Gobernador de Veracruz parecieran no inmutar al Partido Revolucionario Institucional, en la recta final de las campañas políticas de esa entidad continúan ofertando mejores futuros, progreso y bienestar; La desfachatez mas que sonar a burla evidencia una total desvergüenza y falta de respeto a la ciudadanía, un candidato que ondea la bandera del PRI sin asomar ninguna vergüenza ante la corrupción de su compañero de instituto político.

la desaparición de 645 millones de pesos saqueados del erario publico mediante la creación de empresas fantasmas que simularon proveer al gobierno estatal de diversos productos, negocios constituidos de forma ilegal aprovechando las firmas de gente humilde que sirvió como acarreados en la campaña de Javier Duarte y que luego en base a sus datos otorgados para quizá recibir una triste despensa fueron puestos como titulares de empresas fantasmas.

Una extensa investigación periodística realizada por el medio informativo Animal Político puso en evidencia la podredumbre y corrupción con que el Gobierno Priista saqueo las arcas publicas, empresas domiciliadas en terrenos baldíos, pequeños talleres o en humildes casas habitación sirvieron para cometer estos robos, licitaciones restringidas amañadas, actos jurídicos simulados, complicidad de altos funcionarios, pago de mercancías que nunca fueron recibidas entre otros muchos ilícitos parecen no frenar al PRI para seguir solicitando el voto a cambio de atractivas y falsas promesas.

¿En que país vivimos? como es posible que pese a toda la evidencia el partido en el poder aun continúe gobernando y peor aun que pretenda la continuidad comportandose en completo descaro. ¿ Hasta donde llega la ignorancia de los Mexicanos que pueden permitir estas acciones sin ni siquiera alzar un reclamo?

Vivimos bajo un sistema podrido, donde robar a gran escala ya no genera ninguna vergüenza, es increíble como en Estados como Coahuila donde se han vivido peores situaciones aun les permitamos a los mismos grupos continuar por la calle pregonando un falso interés de servir y prometiendo superación y progreso presumiendo ser un grupo que si sabe gobernar.

En países de civilizados cualquier partido decente ya habría renunciado a su candidatura, en cualquier lugar del mundo donde impere la justicia Javier Duarte ya estaría en la cárcel e incluso en algunos otros lugares ya hubiere pagado con su vida.

Por su parte el Gobierno federal continua sin actuar ni emitir declaración, otro corrupto no significa nada, existe suficiente hambre para poder comprar el voto con una mísera despensa, saben la estupidez de los ciudadanos y en ello basan su continuidad