Burlingame, California— Varios cientos de manifestantes opositores a Donald Trump se reunieron este viernes afuera del donde el magnate tenía agendado hablar ante republicanos, y algunos atravesaron una barricada de acero y se aproximaron a la entrada del edificio.
Policías con equipo antimotines se apostaron para mantener a raya a los manifestantes mientras estos les lanzaban huevos. La multitud entonó cánticos contra Trump en una escena pendenciera reminiscente de las protestas que se salieron de control después de un acto de campaña de Trump en el sur de California la noche anterior.
El viernes, un hombre que vestía una gorra roja de campaña de Trump con la frase “Make America Great Again” (Hagamos que Estados Unidos sea grandioso nuevamente) resultó herido tras recibir empujones de un grupo de manifestantes.
“Ellos me atacaron”, afirmó Chris Conway, un corredor hipotecario de San Mateo.
Adam Harry, un ingeniero aeroespacial retirado, dijo que acudió el lugar para echar un vistazo también fue confrontado; le propinaron un puñetazo, lo escupieron y le tiraron al suelo su teléfono celular.
Decenas de manifestantes entrelazaron sus brazos para bloquear la avenida frente al hotel cercano al Aeropuerto Internacional de San Francisco, pero la policía ya la había cerrado al tráfico. Los manifestantes además colocaron un enorme estandarte afuera del hotel que decía “Detengan el odio”.
En el sur de California, manifestaciones violentas originaron el jueves el arresto de 17 personas cuando el precandidato presidencial republicano llevó su campaña al conservador condado Orange.
Mientras Trump realizaba un acto de campaña en un anfiteatro el jueves, decenas de manifestantes mostraban carteles afuera contra el multimillonario empresario en protestas mayormente pacíficas e intercambiaron insultos con masas de partidarios del precandidato que se habían formado para verlo. Más tarde por la noche, sin embargo, las protestas crecieron y se tornaron pendencieras y se volcaron en las calles.
Uno de los partidarios de Trump tenía el rostro ensangrentado después de una riña cuando trataba de salir manejando de la arena. Un hombre saltó sobre una patrulla policiaca, rompiendo el parabrisas y la ventana posterior, y abollando el techo. Otros manifestantes pintaron con aerosol una patrulla y la marquesina del Pacific Amphitheatre.
