Como bien dicen todo cae por su propio peso y ello le esta pasando al Alcalde de Torreón a quien como se dice lo chupo el diablo, en su municipio las cosas no van bien, pese a que el Gobernador intenta continuar con su pantomima de ejercer solo para ese municipio y distraer grandes sumas de dinero de otros lugares para intentar hacer que se luzca Miguelito el asunto no da resultado, la violencia continua, el nivel de empleo no crece, los jóvenes no encuentran trabajos dignos, las calles están llenas de pozos, los asaltos a la orden del día y cada ves la ciudadanía se desencanta de mayor manera.

El Alcalde de Torreón no puede desprenderse de un estigma que lo convierte en títere de la continuidad y la corrupción generando que poco a poco su figura al igual que la de Rubén Moreira sea detestada en la propia región Laguna, los aplausos cada ves son más caros resultando casi imposible evitar que grupos se aproximen a gritarles verdades o a externar reclamos.

Es evidente el cansancio, ya no encuentran que teatro montar o bajo que pretexto realizar algún evento inútil que debe ser llenado con acarreados; Al paso que van Gobernar Coahuila resultara poco lucrativo pero eso sin duda a quien sale ya poco le importa pues su búsqueda es lograr salvar lo que ya se llevo y que nadie le moleste, el problema de eso va a ser para los ciudadanos de quienes quedran sacar todo aun que para ello los obliguen a vender sangre.

Miguel Riquelme es un Títere y la obra que montan se titula “Los Insaciables”