EL MONSTRUO

Rubén Olvera Marines
Aunque la amenaza del crimen organizado en Coahuila merezca los más terribles calificativos, insertar la expresión ‘monstruo’ en un discurso político se asemeja bastante a las frases que, para referirse a sus supuestos enemigos, utiliza frecuentemente la derecha norteamericana. Recordemos a Reagan con su batalla frente al “imperio del mal” o a la guerra de Buch contra “el eje del mal”. En su momento, ambos gobiernos, rescataron trozos de legitimidad de su beligerancia frente a enemigos reales…o ficticios.
Tiene razón el gobernador Rubén Moreira cuando en un discurso pronunciado con motivo de su cuarto informe de gobierno advierte que la amenaza del crimen organizado (si es que a esta amenaza se refería) es real y puede regresar en cualquier momento. Para nadie es un secreto que la criminalidad en el país permanece. En momentos cede. Pero, cuando no se toman las debidas precauciones, regresa inevitablemente. Según las cifras más recientes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el índice de homicidios dolosos va a la alza, sólo que en este año que concluye, la mayor incidencia se ha trasladado hacia algunos estados del sur; las entidades norteñas, por lo pronto, en relativa calma.
La inseguridad y sus manifestaciones violentas son cíclicas. Este es el clima y contexto al que debe enfrentarse todo gobernador. Rubén Moreira, lo sabe bien. Una labor que, ante todo, requiere de discreción y mesura. En seguridad, las estadísticas positivas se reflejan naturalmente en la percepción ciudadana; sobra la “ayudadita” de la comunicación social. La frase “de la seguridad me encargo yo”, hoy tiene sentido; pero apenas ayer causó los daños de un boomerang. Mañana, cerca del ocaso de su administración, si se presentase una pequeña cresta de violencia, la singular iniciativa del gobernador volvería a arrancar muecas entre la concurrencia.
No sólo fue el ‘monstruo’ quien ameritó algunos dardos lanzados por el gobernador en su reciente informe. También los “ilusos”, “inexpertos” y hasta los “populistas” pasaron ante la mira discursiva del gobernante. Y es aquí donde el propósito de la disertación se vuelve ambiguo. ¿Por qué mezclar la seguridad con el ‘populismo’? Las palabras del gobernador además de inspirar a la unión de los coahuilenses ante la amenaza del ‘monstruo’, de paso también revelan una especie de orientación política, inclinada –cuesta decirlo− hacia la derecha.
El broche de oro llegó cuando afirmó que “El monstruo merodea el estado y está listo para atacar, por eso no bajemos la guardia”. Prevención ante una amenaza, revela inteligencia. Sin embargo, aunque la amenaza es real y peligrosa, al utilizar un lenguaje bélico para describirla, mezclando cierta aversión por los populismos, se manifiesta en el discurso cierto aire conservador.
LAS VERDADERAS ‘CRIATURAS’ FUERA DE LOS INFORMES
En realidad, las oposiciones, ni el PRI respecto a las administraciones panistas de Saltillo y Monclova, ni el PAN en relación a los gobierno estatal y al municipal de Torreón, han logrado esgrimir argumentos sólidos y convincentes que cuestionen el cúmulo de logros y más logros –la autocrítica, desapareció−, expresados en los respectivos informes de gobierno. Las verdaderas ‘criaturas’ siguen ahí, sin que nadie se asome al sótano para descubrirlas.
¡Feliz Navidad y felices fiestas!

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