Luego de que Rodrigo Medina de la Cruz abandonó el Palacio de Cantera al concluir su sexenio como gobernador de Nuevo León, llega la pregunta obligada ¿El Bronco cumplirá su palabra de castigar todas la irregularidades que se detecten?

Si bien se prevé que Medina de la Cruz se tome una largas vacaciones, la nueva administración tiene mucho trabajo por hacer con la auditoría anunciada a todo el aparato gubernamental.

Y aunque por el momento el destino del priista saliente es incierto, —según estimaciones con base a los informes del propio gobierno— la deuda pública del Gobierno de Nuevo León y sus organismos descentralizados asciende a 120 mil millones de pesos, es decir, más de 12 mil 660 pesos por persona.

A la fecha, Rodrigo Medina y sus familiares —su padre Humberto Medina Ainslie, su hermano Alejandro y su esposa, Gretta Salinas— enfrentan denuncias ente la Procuraduría General de la República (PGR) por lavado de dinero, tráfico de influencias y otros ilícitos federales .

El recurso interpuesto por el Congreso Nacional Ciudadano (CNC) el 8 de junio pasado y ratificado a principios de septiembre se encuentra en curso con a través de la averiguación previa AP/PGR/UEIDCSPCAJ/FECCSPF7/M-II/120/2015, a cargo del ministerio público federal Rubén Martínez Casanova.

En la acusación de 570 páginas, del CNC, se sumaron todos los sueldos de Rodrigo Medina desde que salió de la escuela, que dan un monto total de 8.6 millones de pesos, que de acuerdo a la organización no alcanzarían para comprar una casa de 20 millones al contado como lo hizo.

Además, los familiares del ex mandatario han sido señalados de la supuesta adquisición de propiedades en el extranjero y terrenos en el área rural de Nuevo Léon durante su sexenio.

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