La manera en que tienen amurallados edificios como Palacio Nacional, la sede del Senado y del Congreso, que en antaño fueron edificios públicos, lanza una pésima imagen al mundo de la realidad que se padece en México.
En los discursos se asegura que Palacio Nacional es la casa del Pueblo pero la verdad es muy distinta, por décadas el hermoso edificio lucia en todo su esplendor, sus puertas se mantenían abiertas y si bien existían algunos restricciones el acceso al público era permitido.
Nunca antes Palacio Nacional y el Zócalo Capitalino fue lugar expresivo de una privilegiada clase política, para nadie se encontraba impedido caminar por los alrededores, utilizar sus banquetas o aproximarse al mismo, hoy todo es distinto, un Palacio amurallado que separa y marca distancia entre quienes gozan del poder y quienes tienen que trabajar a diario para mantenerlos complacidos.
Un Lugar que antes fue patrimonio de todos hoy se torna exclusivo, murallas de hierro, atrincherados y fuertemente custodiados por militares asemejan épocas pasadas donde acueductos con trampas y lanzas entramadas en sus fondos marcaban parámetros que los comunes no podían saltear, arqueros en torres y columnas dispuestos a matar a quien osara intentar aproximarse a los Monarcas.
Contradiciendo los discursos oficiales no les importa exponer sus miedos, mientras las violencia impera en gran parte del territorio nacional y la situación que se padece hace que el mundo observe a México como un país Gobernado por el Narco ellos reafirman dicha percepción con una imagen de temor, de distanciamiento y del rechazo popular que los ciudadanos tienen contra ellos.
Muchos podrán argüir la supuesta popularidad e intentar demostrarla con los resultados electorales, lo que no cuentan es que sin las dádivas, las becas, el permitir delinquir y la división de los mexicanos que ellos propician a diario nadie tendría por que soportarlos, el día que Morena deje de repartir migajas abusando de la pobreza que ellos propician e idolatran nadie en su sano juicio votara por ellos.
Hoy la manera en que los gobernantes se encuentran atrincherados refleja la realidad que nadie puede esconder, México pasa por sus peores momento y la mejor seña para demostrarlo son las imágenes de como se tienen que resguardar sus Gobernantes.