Una sobre oferta de locales dispuestos en plazas o edificios comerciales comienza a ser notoria en Saltillo, ya son centenares de locales desocupados ofertados para ser rentados, si bien la ciudad tiene un crecimiento constante ello no da margen para tantos negocios. 

En tanto los locales se desocupan quiene tienen el monopolio de la construcción en la localidad continuan elevando los precios y ejecutando nuevas obras para los mismos fines sin importarles el daño patrimonial que generan a quienes ya fueron sus clientes. 

Cada plaza comercial que se construye tiene costos por encima de la anterior provocando una inflación artificial y a la ves quitando posibilidad de plusvalía a las ya existentes, la necesidad o el afán de emprender orilla a buscar futuro con la apertura de algún negocio pero la afluencia de clientes a determinada plaza de inmediato decrece a la apertura de una nueva. 

Gimnasios, estéticas, barberías, renta de vestidos, centros de tatuaje, venta de Snack, ópticas, comida rápida, herbolaria, suplementos alimenticios o pastelerías son los giros mas socorridos pero a pesar del aumento en la población de la ciudad no existe el numero necesario de clientes para que tantos negocios con actividad semejante logren prosperar. 

Los clientes pueden acudir en una o dos ocaciones por la novedad pero después recurren de nuevo a los comercios que tienen a mayor proximidad, nadie sube tres pisos en una plaza comercial para comprar un helado o realizarse un corte de cabello. 

Si uno pone atención son decenas de negocios los que semana a semana cierran sus puertas o cambian de giro, plazas comerciales construidas hace tiempo tienen la mitad de sus locales vacíos, otras cuentan con espacios que incluso jamas han sido ocupados o vendidos. 

Al final de cuentas los únicos que ganan son los constructores, manipulan el mercado inmobiliario, inflan los precios, generan inflación y timan a sus clientes.