Las políticas económicas del Gobierno de la 4t tienen frotándose las manos a dueños de clínicas privadas, laboratorios, consultorios, médicos establecidos e incluso a propietarios de lugares donde se expende medicamento alternativo.
En el proyecto de presupuesto que se discute el Gobierno de Morena pretende reducir aun más el dinero público que se destina para dar atención a la salud de los mexicanos, dichos ahorros tendrán como destino el seguir inyectando dinero a proyectos fallidos como lo es el Tren Maya.
Resulta irónico e incluso contradictorio que un Gobierno que presume de bandera centrar sus preocupaciones primero en los pobres castigue con tal desinterés la salud de millones de mexicanos, no queda duda que la Presidente Claudia se arrastra bajo las ordenes de AMLO y entre las indicaciones que debe acatar el mantener vivos los proyectos fracasados de su antecesor.
El Tren Maya no solo es un fiasco financiero que nos cuesta millones a todos los mexicanos sino que por igual es un malogrado proyecto turístico y un genocidio ecológico.
En tanto el Gobierno de la 4T sigue empeñado en simular que la refinería, el aeropuerto Felipe Angeles o la Refinería dos bocas fueron una gran idea a millones de ciudadanos nos tocara ir al empeño, pedir créditos o vender el poco patrimonio en caso de requerir atención medica.
El precio de los medicamentos anda por los cielos, el desabasto en hospitales públicos aumenta y por desgracia también se incrementa la necesidad de intentar curarse con yerbas, remedios caseros e incluso acudir con quienes practican brujería.
