La nueva cara de la trata: 81% de captaciones de menores ocurrieron en redes sociales

10 agosto 2025
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El uso de plataformas digitales facilita la captación de menores para explotación, con un incremento del 86 % en casos reportados y la mayoría de víctimas entre 12 y 17 años.

En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos relacionamos, compartimos y nos comunicamos.

Pero detrás de pantallas y perfiles, también se esconde un nuevo rostro del crimen: uno que ataca en silencio y se dirige a los más vulnerables.

Cada vez más casos de explotación infantil comienzan con algo tan cotidiano como un mensaje directo o una solicitud de amistad.

Lo que aparenta ser una conversación inocente puede escalar rápidamente hacia situaciones de riesgo, sin que padres, tutores o incluso las propias víctimas se den cuenta.

El alarmante crecimiento de la trata infantil

Los delitos de trata de personas vinculados a material de abuso sexual infantil se dispararon un 86 % durante el primer semestre de 2025, de acuerdo con el Quinto Reporte Anual contra la Trata de Personas presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Según el informe, el 62 % de los casos de trata documentados están relacionados con la producción, distribución o consumo de material de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes, de acuerdo con la agencia de noticias EFE.

Las cifras también muestran un fuerte componente digital: el 81 % de las captaciones se efectuaron a través de redes sociales y plataformas como Facebook (22 %), Instagram (18 %) y WhatsApp (15 %), donde los agresores se hacen pasar por “amigos virtuales”.

Entre enero de 2024 y junio de 2025, la Línea y Chat Nacional contra la Trata recibió 5.170 reportes relacionados con este delito, y el 59 % de las víctimas identificadas eran mujeres. La mayoría de las víctimas tenía entre 12 y 17 años de edad.

El informe nacional también señala que el 78 % de las captaciones ocurren de forma presencial, mientras que las víctimas migrantes enfrentan altos niveles de vulnerabilidad, siendo utilizadas incluso como “mulas” para transportar narcóticos (25 %), en labores domésticas (21.9 %) o explotación sexual (17.1 %).

María Elena Esparza, consejera en Género del Consejo Ciudadano, enfatizó que la trata es un delito con “énfasis de género”, pues afecta de manera desproporcionada a niñas y mujeres, y requiere un análisis desde una perspectiva feminista para comprender su complejidad y atender sus causas estructurales.

La corrupción de menores

La corrupción de menores es un delito que se configura cuando una persona adulta, o incluso otro menor con conducta dañina, influye de forma negativa en el desarrollo físico, emocional o moral de un niño, niña o adolescente, es decir, de cualquier persona menor de 18 años, según elInstituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Este delito se basa en inducir o incitar al menor a comportamientos que comprometen su integridad y lo exponen a riesgos como la explotación sexual, el consumo de drogas o alcohol, la mendicidad, la prostitución, la participación en actividades delictivas o cualquier conducta que altere su desarrollo psicosocial y lo aleje de una vida sana y segura.

El Código Penal mexicano tipifica la corrupción de menores como toda acción que altere su conducta normal, interfiera con su adecuado crecimiento y lo empuje hacia prácticas que pueden ser perjudiciales para sí mismo o para la sociedad.

Medidas legales y preventivas

Existen diversas disposiciones legales que buscan prevenir este delito. Por ejemplo, la Constitución Mexicana, en su artículo 123, prohíbe emplear a menores de 16 años en trabajos peligrosos, insalubres o nocturnos, y restringe el trabajo infantil en general. Además, el artículo 202 del Código Penal establece sanciones para quienes empleen a menores en cantinas, bares o centros de vicio.

Pero más allá de las normas, la prevención de la corrupción de menores también depende de otros factores fundamentales:

  • La familia: El rol de los padres o tutores es crucial. La falta de supervisión, el abandono o la orfandad pueden dejar a los menores vulnerables a ambientes y personas que los perjudiquen. Es vital fomentar la educación y responsabilidad parental, así como fortalecer los vínculos familiares.
  • El entorno: El ambiente social y cultural donde crece un menor también influye poderosamente en su conducta. Las malas compañías, la exposición a la violencia, la marginación o el acceso libre a contenidos nocivos son factores de riesgo.
  • El ejemplo: Los menores tienden a imitar lo que ven. Por eso, tanto en casa como en los medios de comunicación, es fundamental promover valores como el respeto, la integridad y la cultura del esfuerzo.

Información de: Infobae

https://www.infobae.com/mexico/2025/08/10/la-nueva-cara-de-la-trata-81-de-captaciones-de-menores-ocurrieron-en-redes-sociales/

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