Pese a la administración y control de militares en Aduanas fronterizas, crimen organizado opera de manera paralela sus propios ‘impuestos’.
Pese a la administración y supuesto control de militares en las aduanas fronterizas, el crimen organizado opera de manera paralela sus propios «impuestos».
Los usuarios y empresas pagan sus impuestos por importaciones a México, pero además los grupos delictivos coludidos con funcionarios de las Aduanas de Tijuana, Ciudad Juárez, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo armaron su propio catálogo de productos para extorsionar con tarifas que van de 100 a 2 mil dólares.
Grupo REFORMA tuvo acceso a listado de 215 productos que fue entregado por criminales a empresas importadoras y oficinas de agencias aduanales.Por ejemplo, al introducir legalmente un tractor mediano, además de pagar el impuesto, el crimen obliga a erogar una cuota de 350 dólares; por una pick up, 120 dólares; por una motocicleta, 300 dólares; por un camión con ganado en jaula, mil dólares; lanchas con remolque, 550 dólares.
Maquiladores, transportistas, tramitadores y agentes aduanales reportaron que tres meses antes de que concluyera el sexenio anterior se desató el cobro de cuotas en las aduanas a niveles nunca antes vistos y sobre todos los integrantes del sector.
Este tipo de extorsión es diferente para quienes intentan ingresar mercancías o autos de manera ilegal o sin reportarlo al fisco. De todos modos deben pagar otro tipo de cuotas de mayor monto a los criminales.A mediados de año, los extorsionadores empezaron a tocar la puerta de fábricas, empresas de transporte y agencias aduanales, para entregarles una hoja con un número de celular y una lista impresa de 15 productos sobre los que debían pagar cuota adicional a los aranceles y demás impuestos legales.