Elección judicial de 2025 será una farsa, INE no puede garantizar conteo de votos: Alfredo Figueroa

11 diciembre 2024
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Figueroa señaló que el presupuesto nacional aprobado hasta el momento por la Cámara de Diputados ha priorizado la precariedad en diversos sectores, desde la educación hasta los derechos fundamentales.

Durante la mesa de análisis de ‘Aristegui en Vivo’, Alfredo Figueroa, analista político y ex consejero electoral del IFE, criticó los recortes presupuestalespara 2025, la precarización y la desaparición de instituciones en México.

Figueroa señaló que el presupuesto nacional aprobado hasta el momento por la Cámara de Diputados ha priorizado la precariedad en diversos sectores, desde la educación hasta los derechos fundamentales.

“El presupuesto de México, desde hace tiempo, apuesta por la precariedad: de las instituciones públicas, de las universidades, de los centros de investigación, y hasta de los profesores universitarios que ganan quincenas de mil doscientos pesos por dar una clase”, destacó.

Respecto al impacto de los recortes en organismos autónomos, el ex consejero electoral alertó sobre los bajos presupuestos que enfrentan instituciones como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y el Instituto Nacional Electoral (INE).

“El IFT ha sufrido recortes del 70%, mientras que al INE se le asignaron menos de 5 mil millones de pesos para organizar las elecciones de 2024. Esto convierte el proceso en una farsa, pues no hay condiciones para garantizar una elección amplia y participativa”, advirtió.

Figueroa también cuestionó la viabilidad del proceso electoral bajo estas circunstancias;

El INE sabe que la ciudadanía no podrá contar los votos, ni siquiera votar con claridad, debido al diseño de las boletas y la falta de capacitación adecuada. Esto no solo vulnera el ejercicio democrático, sino que pone en riesgo la legitimidad del próximo proceso electoral.

“Este gobierno, en el que Ebrard participó, ha apostado por las incapacidades del Estado mexicano, dejando en el abandono a investigadores, académicos, deportistas y científicos”, subrayó.

Figueroa también hizo referencia a la falta de apoyo para proyectos estratégicos.

“Tenemos obras faraónicas, como el Tren Maya o el nuevo aeropuerto, pero sin resolver el propósito de fondo. Por ejemplo, el aeropuerto no tiene las condiciones para ser un gran centro de tránsito aéreo como el que se planteó originalmente”, afirmó.

Alfredo Figueroa también advirtió que el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, a partir del 20 de enero de 2025, podría alterar de manera significativa el contexto político, económico y de seguridad para México.

Figueroa destacó que la presencia de un “nuevo actor relevantísimo” en la escena internacional podría obligar al gobierno mexicano a replantear su estrategia interna y su política exterior.

“La adversidad que puede venir, empezando por los miles y miles de migrantes que pueden empezar a cruzar esa frontera, podría cambiar las prioridades y la lógica del gobierno mexicano”, afirmó.

Asimismo, señaló que la llegada de Trump podría subrayar la importancia de las instituciones democráticas que, según dijo, están siendo desmanteladas por el actual gobierno.

“Me pregunto si no echarán en falta una suerte de unidad basada en la pluralidad y la defensa de los derechos, si no echarán en falta un Poder Judicial sólido, órganos constitucionales o al sistema interamericano de derechos humanos en momentos de renegociación del T-MEC”, agregó.

Figueroa también hizo referencia al perfil del embajador que podría asumir funciones en México durante la administración de Trump, Ronald Johnson, quien, según su información preliminar, tendría experiencia en operaciones de inteligencia (CIA) en América Latina y en conflictos como los del Frente Farabundo Martí en El Salvador.

Este antecedente, argumentó, podría tener implicaciones significativas en la forma en que Estados Unidos aborde su política hacia México.

A partir de esto, Figueroa cuestionó  si México tendrá “un gobierno como el que hemos visto en estos meses, o entraremos en otra fase, con una nueva lógica gubernamental ante los desafíos que pueda traer el regreso de Trump.

 

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