Con una vitalidad asombrosa y una mente lúcida, Vincent Dransfield, supercentenario de Nueva Jersey, comparte su sabiduría sobre cómo alcanzar una existencia longeva y plena. ¿Cuál es el secreto para superar las barreras del envejecimiento? Aquí sus claves.
Vincent Dransfield, un residente de 110 años de Little Falls, Nueva Jersey, es un testimonio viviente de la longevidad y la vitalidad. Nacido el 28 de marzo de 1914, Dransfield ha navegado por más de un siglo de historia, y su vida es un ejemplo de determinación, servicio comunitario y optimismo inquebrantable.
Según el Gerontology Research Group, Dransfield ocupa actualmente el octavo lugar entre los hombres más longevos del mundo. A pesar de su edad avanzada, mantiene una vida notablemente activa e independiente. Vive solo en su propia casa desde 1945 y todavía conduce su automóvil todos los días para comprar café y almorzar, un hecho que asombra a su familia y amigos.
“Maneja completamente bien, mejor que algunas otras personas que veo”, comenta su nieta Erica Lista a TODAY.com. Los médicos también se maravillan de su resistencia: recientemente, cuando Dransfield requirió una endoscopia, el personal médico se sorprendió al saber que solo había recibido anestesia una vez antes en toda su vida.
Más allá de su longevidad, lo que distingue a Dransfield es su envidiable salud. Ha evitado las principales enfermedades y mantiene una mente y un cuerpo en forma. “He sido muy, muy, muy afortunado en mi vida”, reflexiona con gratitud.
Los Secretos de su vida Longeva
1. Dedica tiempo a lo que amas
Para Dransfield, el servicio de bomberos voluntarios de Little Falls ha sido una fuente constante de propósito y camaradería. Durante más de 80 años, se mantuvo activo en el departamento, incluso sirviendo como jefe durante un período. Después de la muerte de su esposa en 1992, el cuartel de bomberos se convirtió en su segunda familia, un lugar donde encontraba consuelo y compañía.
2. La leche hace bien al cuerpo
Habiendo trabajado en una granja lechera desde los 15 años, Dransfield atribuye su robustez física, especialmente la salud de sus huesos, al consumo generoso de leche durante su juventud. Incluso hoy, a los 110 años, todavía disfruta de un vaso de Ovaltine, un suplemento nutricional y saborizante de leche, todos los días después del desayuno.
3. Mantente activo
Aunque nunca fue aficionado a los gimnasios o a las pesas, Dransfield se mantuvo en movimiento a lo largo de su vida. Su trabajo como bombero voluntario durante décadas le proporcionó el ejercicio diario que necesitaba. “Estuve activo y salí corriendo cuando sonó la alarma durante 40 años”, recuerda.
4. Disfruta lo que comes
Dransfield nunca fue demasiado estricto con su dieta. Le gustan la comida italiana, las hamburguesas, las ensaladas, el chocolate con leche y otros dulces. Toma una taza de café todos los días y ocasionalmente bebe cerveza. A los 110 años, todavía cocina para sí mismo, aunque sea calentando sopa en la estufa o usando el microondas para comidas preparadas.
5. Nunca es tarde para corregir un mal hábito
A los 50 años, Dransfield comenzó a fumar, pero alrededor de dos décadas después, decidió dejarlo. “Un día me dijo que iba a dejar de fumar”,recuerda su nieta Erica. “Tiró los cigarrillos y eso fue todo. Nunca volvió a fumar”.
6. Mantén una actitud positiva
Dransfield se considera un optimista. Tiene un gran sentido del humor y le gusta conocer los nombres de todos en la ciudad. “Conocer y amar a las personas me hace vivir más”, afirma. Incluso después de la muerte de su esposa, estaba decidido a seguir viviendo con una actitud positiva y alegre.
A pesar de los inevitables desafíos que conlleva una vida tan larga, Dransfield mantiene una actitud resueltamente positiva. “Me mantengo positivo. Nunca pienso de otra manera cuando algo anda mal”, señala Today Show.
Esta mentalidad optimista le ha permitido superar las dificultades y apreciar las bendiciones de su extraordinaria longevidad. Incluso a los 110 años, su espíritu jovial permanece intacto. Cuando se le pregunta cómo se siente, bromea diciendo que está listo para “ponerse los guantes de boxeo y boxear”.
En última instancia, la vida de Vincent Dransfield es un testimonio del poder de la perseverancia, la conexión comunitaria y la actitud positiva.
A través de los altibajos de más de un siglo, ha demostrado que la longevidad no se trata solo de años en un calendario, sino de la riqueza de las experiencias y relaciones que uno cultiva en el camino. “Lo estoy haciendo bien y espero que el buen Dios me mantenga así”, reflexiona con su característica mezcla de gratitud y optimismo.