La Tapada Misteriosa.
Cuenta una leyenda que en pleno siglo XX en este antiguo pueblo de San Miguel de Allende había una mujer que a causa de un enfriamiento, sufrió una severa deformación en su cara. A raíz de esta condición, la mujer cubría su rostro con un velo negro.
Una noche fría que la mujer regresaba a su casa, escuchó que tres hombres borrachos la comenzaban a seguir. Al darse cuenta de ello, la mujer se puso muy nerviosa y apresuró el paso.
Los borrachos apresuraron también el paso esperando una respuesta de la mujer. Suponían que era una bella dama.
-¡Óigame linda!
¡No se haga del rogar!
Cuando ya los tipos se encontraban demasiado cerca y estaban a punto de abrazarla, ella apresuró el paso acercándose a un poste que alumbraba la calle. Al sentir a uno de los borrachos muy cerca y temiendo ser víctima de groserías por parte de aquellos inconscientes, de repente se acordó de la leyenda de la Tapada Misteriosa. Como por arte de magia recobró la calma y se acordó también de su fealdad. Comenzó a reír con tremendas carcajadas y destapó su rostro deforme mostrándoselo a los borrachos. Al verla se pusieron verdes de miedo recobrando el juicio, llevándose el susto de su vida comenzaron a huir del lugar en todas direcciones y desaparecieron en cuestión de segundos. Desde entonces la leyenda de la Tapada Misteriosa revivió, convirtiéndose en un rumor que corrió por todo el pueblo. Se decía que en la calle de Correo, la Tapada Misteriosa esperaba a sus presas, (hombres que salían briagos de la cantinas), haciéndose pasar por una bella dama, para luego convertirse en un ser espeluznante y pegarles el susto de su vida.