Alejandra Cuevas Morán acusó que la persecución la llevó a estar encarcelada 528 días y ahora tiene que vivir en el exilio.
Luego de una batalla legal que escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Alejandra Cuevas Morán presentó este miércoles una denuncia formal ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, por lo que ha calificado como una persecución institucional de tres generaciones de su familia.
“Fui encarcelada por cuidar. Mi madre, por amar. Mis hijos, por resistir. Gertz nos persiguió con el poder del Estado. Hoy, ante la CIDH, denuncio lo que hizo: encarcelar a una y quebrar a tres generaciones”, publicó en sus redes sociales, donde dio a conocer el inicio del proceso internacional.
El conflicto se originó tras la muerte de Federico Gertz Manero, hermano del fiscal, ocurrida en septiembre de 2015. El hombre, de 82 años, falleció tras un mes de hospitalización en una clínica privada, a la cual la familia de su pareja, Laura Morán Servín, no tuvo acceso.
A pesar de que la Fiscalía capitalina archivó en 2016 la denuncia presentada por Gertz, esta fue reactivada después de que él asumiera como fiscal general de la República en 2019, en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En octubre de 2020, Alejandra Cuevas fue detenida mientras circulaba con su hijo Gonzalo por Paseo de la Reforma. Fue trasladada al penal de Santa Martha Acatitla, acusada de homicidio por omisión, bajo una figura jurídica denominada “garante accesoria”, que la SCJN determinó que no existe en el marco legal mexicano.
“Estuve encarcelada 528 días sin pruebas ni juicio justo, sin derecho a defensa. Fui privada de mi libertad no por un crimen, sino por ser una amenaza de quien ostenta el poder”, declaró en un video subido este miércoles a sus redes sociales.
La SCJN ordenó su liberación en marzo de 2022, al dictaminar que la acusación no tenía sustento legal y que no existía disposición normativa alguna que permitiera atribuirle la calidad de garante. La Corte también concluyó que Laura Morán, de entonces 94 años y pareja del fallecido durante seis décadas, no debía enfrentar un proceso penal por esa causa.
Presiones, filtraciones y maniobras
Antes de su liberación, la defensa de Cuevas obtuvo un amparo favorable, pero este fue impugnado por la FGR. En un giro inesperado, la Corte atrajo el caso por solicitud del entonces ministro presidente Arturo Zaldívar, argumentando que existía el riesgo de influencias indebidas en tribunales inferiores.
Poco después, se filtró a la prensa una conversación telefónica entre Gertz Manero y su fiscal especializado en Control Competencial. En ella, ambos reconocían haber obtenido ilegalmente los proyectos de resolución de los amparos 540/2021 y 541/2021. Además, el fiscal afirmaba haber inducido a “tres o cuatro ministros”, incluido el propio presidente del máximo tribunal.
A cargo del nuevo proyecto quedó el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien propuso conceder el amparo liso y llano, considerando que no existía delito alguno que imputar.
Durante el proceso penal, los hijos de Alejandra Cuevas –Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo Cuevas– emprendieron una campaña pública para denunciar el abuso de poder. En agosto de 2022, Gertz los acusó, especialmente a Alonso, de presunta extorsión a través de medios de comunicación.
Ante la presión, la familia realizó intentos desesperados de negociación: entregaron obras de arte pertenecientes a Federico Gertz, 3.5 millones de pesos de una cuenta compartida, y renuncias legales relacionadas con la pensión de Laura Morán. Ninguna de estas acciones logró su objetivo.
Exilio, duelo y denuncia internacional
La persecución judicial también marcó los últimos años de vida de Laura Morán Servín, madre de Alejandra Cuevas y pareja de Federico Gertz Manero durante seis décadas. Aunque nunca fue sentenciada, enfrentó un proceso penal bajo arraigo domiciliario.
El 29 de febrero de 2024, falleció a los 97 años. Su hija informó la noticia a través de redes sociales, donde agradeció las muestras de solidaridad y describió a su madre como una mujer de fortaleza excepcional, que enfrentó la adversidad con dignidad.
Tras la liberación ordenada por la Corte, la familia no pudo retomar su vida en libertad. Por el contrario, ante el temor fundado de represalias, decidieron abandonar México. Alejandra Cuevas relató en un video el peso emocional de esa decisión y las secuelas que dejó el proceso judicial:
“Tras mi liberación, lejos de recuperar la paz, mi familia y yo nos vimos obligados a abandonar el país. Vivimos en el exilio, en tierra ajena, marcados por el miedo, el desarraigo y la sensación de que la libertad sigue siendo condicional”.
En su cita ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Cuevas denunció que su detención no fue un accidente jurídico, sino una acción deliberada del aparato estatal:
“Mi encierro no fue un error ni una omisión, fue un acto deliberado, ejecutado con precisión por instituciones que traicionaron su mandato constitucional y se opusieron al servicio de la venganza“.
También recordó que su madre fue criminalizada en condiciones de vulnerabilidad extrema y que ambas sufrieron un proceso que afectó a toda su descendencia:
“Dos mujeres adultas mayores fuimos perseguidas por haber cuidado, por haber amado. Tres generaciones fuimos quebradas por un sistema que, cuando abandona el derecho, convierte la ley en arma. Quebró el proyecto de vida no solo mío, sino de mis hijos y nietos”, dijo.
Alejandra Cuevas pidió a la CIDH que declare la responsabilidad internacional del Estado mexicano por las violaciones cometidas contra su familia, y solicitó medidas de reparación, garantías de no repetición y restitución de su proyecto de vida.
“Denuncio al Estado mexicano y pido que nunca más se permita que el poder se use para destruir familias. Que mi historia sea la última“.
A la entrega de la denuncia ante la CIDH, Alejandra Cuevas fue acompañada por el activista Adrián LeBarón, quien también ha recurrido a instancias internacionales tras el asesinato de parte de su familia.
Información de: infobae
