Las autoridades estadounidenses afirman que Wedding movía hasta 60 toneladas de cocaína al año en alianza con el Cártel de Sinaloa. También enfrenta cargos por lavado de dinero y homicidio.
Ryan Wedding, un ex atleta olímpico canadiense, acusado por el FBI de dirigir una de las mayores redes de cocaína del mundo, tiene ahora una recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza.
Funcionarios federales dijeron que Ryan James Wedding, quien fuera snowboarder en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en Salt Lake City, construyó una organización de narcotráfico multimillonaria con el Cártel de Sinaloa y ordenó el asesinato de un testigo en Colombia.
Wedding, de 43 años, figura en la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI desde marzo. El miércoles, el Departamento de Estado aumentó la recompensa por su captura de 10 a 15 millones de dólares. El gobierno estadounidense también ofreció 2 millones de dólares por información que condujera al arresto de los implicados en el asesinato del testigo.
Ryan Wedding ordenó el asesinato de un testigo colaborador
El Departamento de Justicia afirmó que la organización de Wedding importaba unas 60 toneladas métricas de cocaína al año a Los Ángelesen camiones semirremolque desde México —aproximadamente el peso de cuarenta coches estándar— antes de enviarla al norte, a Canadá.
En una rueda de prensa celebrada en Washington, la fiscal general Pamela Bondi lo calificó como “el mayor distribuidor de cocaína de Canadá” y afirmó que su red trabajaba “para inundar las comunidades estadounidenses y canadienses con cocaína procedente de Colombia”.

Una nueva acusación formal presentada el miércoles en Washington y Los Ángeles añade cargos de manipulación de testigos, intimidación, asesinato, blanqueo de dinero y narcotráfico a un caso que ya incluye a más de 35 acusados.
Los fiscales afirmaron que, tras su acusación formal en 2024, Wedding utilizó un sitio web canadiense llamado The Dirty News para publicar fotografías de un testigo colaborador y de la esposa de este, con el fin de localizarlos. En enero del año siguiente, el testigo, que se disponía a declarar en su contra, recibió cinco disparos en la cabeza mientras comía en un restaurante de Medellín. Su esposa sobrevivió.
Bill Essayli, primer fiscal adjunto de Estados Unidos para el Distrito Central de California, declaró que Wedding ofreció una recompensa por la cabeza de la víctima, creyendo que el asesinato provocaría el colapso del caso e impediría su extradición a Estados Unidos. En cambio, según Essayli, se convirtió en uno de los cargos principales en su contra.
Información de: El financiero


