Este sitio se caracteriza por la gran variedad de mitos que fueron difundidos desde su descubrimiento.
La Zona del Silencio es uno de los sitios más misteriosos debido a las historias que rodearon sus primeras exploraciones y que incluyeron la presencia de extraterrestres, luces misteriosas en el cielo, animales extraños, entre otras.
Y es que tras la caída del misil Athena RTV V123D en 1970, el cual fue lanzado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) desde Estados Unidos con destino al desierto de White Sands, en Nuevo México, comenzaron a circular una gran variedad de mitos respecto a lo que aquí sucede.
Dicho misil se desvió de su trayectoria y cayó en la Zona del Silencio, a unos 650 kilómetros de su destino previsto. Posterior a su caída, el Gobierno de los Estados Unidos solicitó permiso para recuperar los escombros y materiales que contenía, por lo que comenzaron los reportes de anomalías magnéticas que impedían la transmisión por radio.
Este sitio se ubica en la región de Bolsón de Mapimí, entre los estados de Durango, Coahuila y Chihuahua, aproximadamente a 180 kilómetros de La Laguna. Además, está compuesto por una zona árida de más de 130 mil hectáreas.
Además, en la Mixteca Poblana, principalmente en las laderas que rodean la comunidad de San Lucas Teteletitlán, a dos horas y media de Puebla, se ha explorado la región debido a que se asegura que la transmisión de telecomunicaciones se bloquea en este lugar, por lo que ha provocado que se creen mitos al respecto.
¿Por qué se le llama “Zona del Silencio”?
El término de la Zona del Silencio fue acuñado en 1966 por el ingeniero de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Harry de la Peña, quien trabajó en el desierto del Bolsón Mapimí en la planeación de un oleoducto, quien se percató de que las ondas de radiofrecuencia se distorsionaban en ciertas áreas del desierto y en otras había ausencia de las mismas.
Debido a que no podía mantenerse comunicado desde el sitio, el ingeniero comenzó a utilizar el término de Zona del Silencio en referencia a esta característica de la región, el cual se ha mantenido hasta la actualidad luego de difundirse en medios de comunicación.
Los misterios que rodean a la región
Los mitos que rodean esta región sugieren que la Zona del Silencio cuenta con magnetismo que es responsable de las interferencias en las transmisiones de radio y comunicaciones, así como del descontrol de las manecillas del reloj cuando se encuentran en el lugar.
Algunos de los visitantes aseguran que el terreno también se caracteriza por ser inestable y peligroso, por lo que creían que la naturaleza les impedía salir fácilmente del lugar.
Además, la región ha sido punto de impacto de meteoritos en varias ocasiones. El más notable fue el meteorito Allende, que se fragmentó y dispersó en 1969, dejando restos en diversas zonas cercanas. Asimismo, la flora y fauna de la región presentan adaptaciones particulares al ambiente árido, lo que genera interés entre biólogos y ecologistas y que presentaron un gran misterio tras las primeras exploraciones.
Entre la flora característica de la región se encuentran los nopales morados, los cuales adquieren este color como respuesta natural a las condiciones extremas del clima y del suelo en la zona. Durante la época de sequía y las fuertes heladas del invierno, esta cactácea cambia su color de verde a púrpura intenso.
Por otra parte, habitantes y turistas reportaron avistamientos de luces extrañas y objetos voladores no identificados, aunque no hay evidencias concluyentes al respecto.
En relación a los aspectos misteriosos que caracterizan este lugar, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que el único peligro que ahí se encontró era la presencia de grandes cantidades de turistas atraídos por el mito que lo rodea.
Ante esta situación, el doctor Álvaro López López, investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, señaló que la Reserva de la Biósfera de Mapimí es una zona que se caracteriza por la presencia de hematita, un mineral de hierro natural que tiene propiedades magnéticas, así como por su diversidad de especies de cactáceas, mamíferos, reptiles y anfibios, entre los que destaca la tortuga del desierto de Mapimí o tortuga de Bolsón.
La Reserva de la Biosfera Mapimí, ubicada dentro de la región conocida como Bolsón de Mapimí, fue establecida como Zona de Protección Forestal en el año 1979, el cual en el año 2000 fue abrogado por otro que la declara como reserva de la biosfera por la UNESCO en los municipios que corresponden a Chihuahua, Coahuila y Durango, que son a los que pertenece la Zona del Silencio.
Información de: Infobae