Apenas pocos horas antes el fallido Secretario de Seguridad daba una entrevista triunfalista y llena de falsedades, en sus palabras aseguraba que en Sinaloa el tema de la violencia se encontraba controlado, presumía las repentinas detenciones, los decomisos de droga y armas y la gran cantidad de autos que le han sido substraídos a la delincuencia organizada, claro sin confesar que lo realizado antecede de la platica que la Presidente Claudia sostuvo con Trump y donde seguramente le dio ordenes de atender el problema. 

La Humillación viene justo horas después de su entrevista pues el crimen organizado quien es el que definitivamente manda y ordena en Sinaloa le ejecutan a plena luz de día a uno de sus elementos cercanos dejando ademas a otro gravemente herido. 

Un mensaje fuerte y claro que le propina una bofetada de realidad al Secretario de negros antecedentes al igual que al inútil Gobernador de Morena, un acto que le pone en realidad de lo que padecen los habitantes de Sinaloa, el miedo y terror que viven en su día a día. 

Así frontales, retóricos y directos Humillan y mandan claro mensaje a los propulsores de la fallida estrategia de los abrazos, así sobajan a un sujeto que vive en una realidad paralela rodeado de lujos, escoltas, protección, impunidad y riquezas pensando que sus mismos privilegios operan también para las familias, las madres, los padres, los comerciantes y trabajadores de Sinaloa. 

Hoy si Garcia Harfuch permanece en Sinaloa debe estar temblando miedo, pero mas asustados aun sus esbirros y guardaespaldas que saben que en cualquier momento pueden ser atacados, acribillados y asesinados, hoy seguro sienten al menos en parte el miedo que viven los ciudadanos de Sinaloa. 

Si ya partió a su mansión blindada, custodiado por cientos de elementos, tanquetas y volando en aviones militares seguro en su interior aun de manera vaga perciba en algo el sentir de la gente común y corriente que vive temiendo por su vida, padeciendo la falta de empleo, la quiebra de sus negocios o zozobra de no saber si un hijo o familiar regresará con vida.