A efecto de poner en claro que en México si se cometen actos de Terrorismo enunciamos la definición que los ordenamientos legales señalan como descripción de tal delito. 

El uso sistemático del terror con la finalidad de coaccionar a organizaciones o gobiernos en la obtención de fines de Indole política e ideológica. 

Partiendo de lo anterior y dada la activa participación del crimen organizado en la política nacional queda claro que gran parte del terror que infunden en la ciudadania e incluso en los mismos políticos tiene como objetivo lograr fines que acaparen, protejan o generen impunidad en sus actividades, actividades que por supuesto tienen de fondo una ideología particular que es acompañada por una forma de vida, actitud o comportamiento el cual pretende imponerse sobre el orden establecido. 

En últimos días el asesinato de un comerciante de limones es el claro ejemplo de como se ejerce coacción sobre organizaciones de productores agrícolas, un claro mensaje para quien no acepte la imposición de reglas impuestas por los criminales y que favorecen sus fines. 

En igual forma se puede citar la utilización de artefactos explosivos que son lanzados desde aeronaves a personas de la sociedad civil con el único fin de infundir terror. 

Lo mismo sucede con los ataques a restaurantes, comercios, lotes de autos, bares y otros diversos en donde los terroristas llegan a matar a gente a mansalva sin existir otro motivo que el causar terror a efecto de imponer condiciones. 

Caso semejante los homicidios a personajes de la política, candidatos o bien a figuras ya electas a quienes por medio del terror y la amenaza se les obliga para que actúen de cierta manera, otorguen impunidad o acaten indicaciones. 

Hoy tratar de negar el terror que impera entre grupos o sociedad en general es actuar haciendo comparsa a la enorme violencia que padece nuestro país, violencia que cada día aumenta y que en tanto no se reconozca continuará avanzando haciéndola cada día mas difícil de contener.