Aumenta la gente que pide dinero en Saltillo 

12 agosto 2025
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Anteriormente a quienes pedían dinero en calles, plazas, iglesias o lugares públicos se les conocía como limosneros, hoy el termino pudiera escucharse como algo peyorativo pero en realidad no existe otra definición. 

En tiempos añejos los pordioseros solían ser personas incapacitadas fisicamente para trabajar, personajes que por una causa ajena cayeron en desgracia y su condición les impedía ganar para el sustento. 

Hoy las cosas cambian, la mayoría de quienes piden dinero son gente joven, fuerte, en perfectas condiciones físicas, con perfectas posibilidades de trabajar, sin embargo han encontrado en la actividad jugosas ganancias que les permite ganar mas dinero que alguien con responsabilidades u horario, sin tener que pagar impuestos o sujetarse a reglas laborales. 

Por desgracia ante la complacencia de una sociedad que vive apresurada y busca redimir de alguna manera sus fallas la actividad de mendigar dinero va en aumento. 

Nunca nos detenemos a analizar si, quien solicita limosna en verdad lo requiere o solo encontró en la actividad un modo fácil de vivir. 

Ojo, no tratamos de diezmar buenas intenciones, ni tenemos conflicto con quienes quieren dar dinero pero si pretendemos prevenir sobre las consecuencias de no saber distinguir entre quienes verdaderamente ocupan un apoyo y los que solo quieren vivir de lo dado. 

Otros explotan algún oficio o habilidad circense, algunos otros cantan, unos mas realizan trucos de magia pero el común denominador es su plenitud física. 

Ademas poner en claro que hacemos un enorme mal a la sociedad, existen quienes han trabajado toda su viva con dignidad, honradez y esfuerzo que por su edad o padecimiento ocupan verdaderamente del apoyo social pero si no sabes distinguir estaremos construyendo una sociedad de atenidos, mantenidos que cuando no tengan dinero gratis expresaran su rencor y que ademas contaminan a nuevas generaciones. 

Hoy en cada esquina, en cada plaza, en las afueras de los comercios vemos como se multiplican quienes piden dinero, una sociedad complaciente y otra que abusa de la buena voluntad, en Saltillo el pedir dinero se esta convirtiendo en una epidemia.  

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