Historias de la microbiología
“Sorprendernos por algo es el primer paso de la mente hacia el descubrimiento”. Louis Pasteur.
Existe un complejo y fascinante mundo elemental, del cual, pocas veces más allá de los diagnósticos médicos que nos atañen, tomamos en cuenta: El mundo de los microbios. Y resulta por demás interesante detenerse a reflexionar sobre el papel trascendental que estos diminutos seres han tenido en el devenir humano a lo largo de su evolución. Precisamente, esa mezcla de microbios con la historia es la fascinante combinación que nos ofrece el doctor en biología y profesor de microbiología de la Universidad de Salamanca, Raúl Rivas, quien con reconocida experiencia en el ámbito científico ha publicado decenas de artículos y libros sobre un tema por demás interesante.
“El asesino que envenenó a Napoleón y otras historias de la microbiología”, Raúl Rivas, editorial Guadalmazán, 2019, con 315 páginas, nos lleva a comprender cómo es que la actuación de estos ínfimos seres llega a producir cambios monumentales en el devenir histórico. “No hay enemigo pequeño” es la frase que se adapta a la gran cantidad de anécdotas y sucesos por los que Rivas nos lleva entre reyes y faraones, ejércitos diezmados, hambrunas, accidentes y acciones premeditadas, que en el curso de la lectura se agolpan unas con otras dando como resultado situaciones que, de no conocerlas a profundidad, como lo demuestra el autor, nos parecerían simplemente imposibles de creerse.
Pintores envenenados por los materiales con los que realizaban sus obras; falsas epidemias para engañar a los nazis; Rasputín, Caravaggio, Quevedo; tuberculosis, gripe, escorbuto, malaria; patógenos en alimentos, vacunas y pestes, nos llevan a desentrañar los enigmas detrás de las leyendas y sobre todo, de la historia tal y como la conocemos hasta el día de hoy.
Sin duda, una lectura que transformará nuestra visión de esos seres que como bien cita Raúl Rivas: “diminutos, carentes de discurso pero que en realidad poseen la capacidad formidable de virar, retorcer, hundir o enaltecer el destino de nuestra especie”.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.
