“La amistad es un sentimiento que no se puede tocar, pero se puede sentir y con tacto conservar. Empieza en cualquier lugar, el camino es infinito”… (Poesía). Creo en la amistad pero pienso que la hemos abaratado.

Amistades verdaderas son pocas, son preciadas, son únicas. Dos o tres amigos ciertos, a toda prueba, construirás en toda una vida. Serlo también es escaso; ese amigo franco que podemos ser nosotros mismos, por excepción, quizás una sola vez, y si es más veces es que nacimos especiales. Las amistades como los vinos donde es importante la cepa, la denominación de origen, la crianza, el envejecimiento y su reserva, hasta la gran reserva. Las uvas que se crían en buen terreno y con buen clima, la delicadeza con que se mezclan las frutas y la madera en que se añeja, para traducirse todo el cuerpo en la calidad final. ¡Un buen vino que alegre la mesa, una amistad sincera que aligere la vida!

Quién practica este verdadero sentido de amistad puede decirse virtuoso en la vida; quién sea digno de una amistad así, debe dar gracias a Dios.

Escrito por:  Adrián Garza Pérez

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