Es difícil negar el alto grado de intromisión que Felipe Calderón como Presidente tuvo sobre Acción Nacional en su vida interna, a los panistas les molestó tanto que siguen sin perdonarlo, yo lo entiendo en el sentido en que en todas las democracias modernas el jefe de gobierno es en automático jefe de su partido.
Entre las decisiones que Calderón tomo para el PAN fue solicitarle a su colaborador José Luis Luege Tamargo declinara a sus aspiraciones de ser el candidato del albiazul a la Jefatura del Distrito Federal; lo hizo para sellar un pacto con Manlio Fabio Beltrones en el que se le sedería dicha candidatura a Isabel Miranda de Wallace, quien fracaso abruptamente y le causó un severo daño interno al partido. Luege Tamargo no solo era el perfil más adecuado para que el PAN diera una batalla real por el DF, también era un cercano amigo de Felipe Calderón y aunque este lo traiciono nunca se amargo incluso hasta el día de hoy José Luis es uno de los pocos ex colaborares que siguen defendiendo a capa y espada al ex presidente.
Luege Tamargo ha demostrado su amplia capacidad política al frente de la PROFEPA, la Secretaria del Medio Ambiente y con aun mayor destreza en la CONAGUA donde se ganó su imagen de incorruptible, de hombre de honor. No rehúye como acostumbran los políticos de su catolicismo, por el contrario lo exalta y a quien le pregunta le dice que de ahí vienen sus valores y principios.
El año pasado levantó la mano para contender por la Presidencia del albiazul pero tiene el defecto de soñar tanto con el gobierno de la Ciudad de México que nunca ha formado un equipo nacional por el cual sus aspiraciones no llegaron a más. Fue una gran decisión de Javier Corral incluir el talento, la lealtad y el honor de José Luis como Secretario General a su planilla por la dirigencia nacional del PAN.

Una pregunta.
¿Y Damián Zepeda Secretario General en la planilla de Ricardo Anaya quién es?

Escrito por: Víctor Manuel González Espinoza

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