NUEVO LAREDO.- Lo que era una “cascarita” normal se convirtió en el peor momento en la vida de familiares y amigos de Alejandro Ríos Ramos de 34 años, quien murió en la cancha.
Ayer en la noche, en la plaza Horacio Garza Garza, de la colonia Infonavit, Alejandro quien vivía en la colonia Las Torres se juntó con unos amigos en la Infonavit, para como en otras ocasiones, jugaran una cascarita en las canchas.
Todo parecía normal, el ambiente de sus amigos, toques de balón, la alegría de meter un gol, sin embargo, la muerte rondaba la cancha, Alejandro era el inidicado.
Ante la mirada desconcertante de todos, Alejandro se desvaneció, sus amigos no sabían qué hacer, su diabetes le hizo una mala jugada, la última jugada, la que despidiera a Alejandro de esta vida.
Ante no saber qué hacer, la llamada a los cuerpos de emergencia tardó en realizarse, los minutos pasaron y para cuando los paramédicos hicieron presencia todo fue en vano.
El llanto de sus familiares que llegaron a la escena fue desgarradora, cómo entender que Alejandro en plenitud salió como cualquier otro día a disfrutar del deporte que tanto le apasionaba el futbol, el mismo deporte que una noche de abril se los arrebatara.
Vecinos de las calles Guadalupe García y Luna Delgado no podían creer lo que presenciaban sus ojos, un hombre lleno de ilusiones y deportista perdía la vida.
Varios futbolistas que presenciaban la cascarita sólo miraban al cielo buscando una explicación, porqué a un compañero, porqué al amigo, sin poder entender el motivo.
La tragedia enluta a una familia y a varios amigos, el deporte lo siente.
